El valor de las decisiones en medio de la incertidumbre

Vendemos en Dólares, pero vivimos en Pesos, es fundamental considerar los gastos de estructura y no subestimar la inflación local en su impacto sobre el negocio agrícola.

El tipo de cambio diluye los precios disponibles en PESOS, que no suben proporcionalmente a los saltos devaluatorios de las últimas semanas. Esto ocurre porque hay fuerzas locales e internacionales que influyen al mismo tiempo, generando movimientos de precios que tienden a paralizarnos, sin saber qué camino tomar.
Vemos en el gráfico que hasta fines de mayo los precios disponibles en PESOS avanzaban casi copiando las subas del tipo de cambio, sin embargo, durante lo que va de junio no ocurrió lo mismo, quedando el precio de la soja retrasado respecto a las fuertes bajas del PESO. Posiblemente la soja siga avanzando hacia los $7.900/TN esta semana, pero el equivalente en Dólares sigue siendo inferior a U$S 290/TN, que hasta la primera semana de junio podrían haberse tomado.

Desde los precios máximos de mediados de mayo, según la mejor relación del precio en PESOS y el tipo de cambio, las bajas más fuertes fueron para soja, luego trigo y maíz.
Estas bajas locales, que se originan en bajas internacionales, aún no toman valores a los niveles de precios en Chicago. Se observa en el gráfico que desde la última semana de mayo vienen perdiendo precio, en menor medida trigo y maíz y con mayor fuerza soja.
La proyección de precios internacionales se muestra lateral bajista, con un clima óptimo en Estados Unidos, que permite un correcto desarrollo del trigo de primavera, y perfecta implantación de soja y maíz. Si bien hay rumores de sequía en estados muy productivos de este país, los pronósticos de corto plazo siguen siendo óptimos, y se proyecta abundante cosecha 18/19.
En medio de estas bajas, y con julio por delante, mes de definiciones de rendimientos en Estados Unidos, se recomienda evaluar que volumen de la cosecha 17/18 representan las ventas realizadas hasta ahora, y las fechas y volúmenes de ventas que deberán cerrarse en el corto y mediano plazo.
A nivel país falta poner precio a casi 23 millones de toneladas de soja 17/18, 20 millones de maíz y más de 5 millones de trigo. Si consideramos los volúmenes finales proyectados para los tres granos en esta campaña, tendríamos que falta poner precio al 65% de soja, 63% de maíz y 29% de trigo. Podríamos revisar si es similar al volumen sin precio de nuestros granos, sea por mercadería no vendida, o vendida bajo la condición “a fijar”.
Futuros de soja en U$S 285/TN a julio, y más de U$S 300/TN a noviembre y enero, son valores a tener en cuenta, así como sus equivalentes en PESOS, considerando un tipo de cambio alto, que posiblemente retroceda en estos días, dada la proyección insostenible de devaluación anual, que superaría el 70% si llegáramos a diciembre con un Dólar a $33/U$S o más. Así, cerrar precios en PESOS a noviembre o enero en $9.000 y 10.500/TN respectivamente, podría ser beneficioso ante un reacomodamiento del tipo de cambio a la baja. Postergar decisiones de venta o coberturas futuras podría dejarnos expuestos a mayores bajas en el corto y mediano plazo, sobre todo considerando que aún Argentina paga sobre precio a su soja, comparando con los precios en Chicago, pero que el mismo podría desaparecer en los próximos tres meses, cuando la cosecha estadounidense sea un hecho.
El trigo aún se encuentra por encima de U$S 200/TN, y permite excelente relación de precios, evitar guardar saldo de trigo, que pierda valor a medida que nos acercamos a una gran cosecha 18/19. En cuanto a maíz, el recorte de precios local, si bien aún permite precios U$S 20/TN por encima del maíz en Chicago, podría revertirse ante complicaciones en la disponibilidad del cereal, dado que aún resta un 60% por cosechar, superficie de maíz de segunda y tardío, que sufrió fuertes recortes en esta campaña, por lo que estas bajas que responden a la actual presión de cosecha, podrían revertirse en el corto y mediano plazo, hasta fin de año. Quienes deban vender a cosecha por necesidad de liquidez y/o no disponer de almacenamiento a costos accesibles, sostienen la presión local bajista en estos días.
Recordemos acotar costos de la futura siembra y tomar precios futuros hacia la 18/19, que permitan buen nivel de rentabilidad, recordar que los altos precios fueron en función de una sequía local, y comienzan a reacomodarse a la baja ante buenas perspectivas del continente americano. Los valores futuros de soja, trigo y maíz, permiten rentabilidad positiva en planteos bajo alquiler y a distancias inferiores a 200 kms del puerto, uno de los modelos productivos ofrece 22% para soja de primera, 23% para maíz y 28% trigo-soja de segunda. Se recomienda por lo tanto cubrir parte de la futura cosecha de los tres granos, a los actuales precios futuros.
Conclusiones: Vendemos en Dólares, pero vivimos en PESOS, es fundamental considerar los gastos de estructura y no subestimar la inflación local en su impacto sobre el negocio agrícola. Cada venta debe necesariamente calzarse con una compra o cancelación de deuda, períodos de espera entre la decisión de venta disponible en PESOS y la efectivización del cobro, pueden generar recortes de precio, ante los fuertes cambios diarios del tipo de cambio. Son días para esperar hacer ventas en PESOS en el corto plazo, pero acelerar en el mediano plazo (septiembre – enero), además de no postergar coberturas de precios en Dólares, para soja y trigo desde julio a fin de año, ni para la futura cosecha 18/19 de trigo, soja y maíz.
Ing. Agr. Marianela De Emilio