Llegaron los reintegros pero incluso los sojeros beneficiarios hablaron de enorme presión impositiva que asfixia. El uso que termina teniendo el dinero de las retenciones que tributan los agricultores argentinos al Estado volvió a ser un eje de debate, al menos entre los productores, en los últimos días. Primero, tras la acreditación por compensaciones y la donación que hizo el productor Hugo Biga para que una comunidad wichi de Formosa tenga acceso al agua potable. Y luego por la difusión de un estudio económico sobre la cantidad de inversiones públicas y privadas que se podrían hacer con el aporte de sólo tres localidades: 10 hospitales, 100 escuelas y 7.300 cuadras de pavimento. (ver Hospitales…). Biga, productor de 70 hectáreas propias y 200 alquiladas en Marcos Juárez, Córdoba, decidió destinar el reintegro por retenciones a obras que “el Estado no realiza”. Asumió que es una “crítica constructiva sobre la presión tributaria al campo. No estoy de acuerdo con las retenciones en gen
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