Costos y beneficios ante la puesta al día de tarifas y combustibles

Las bioenergías que se nutren del agro son parte de la solución: permitirán diversificar la matriz energética. AGROVOZ

Carlos Petroli

Por cada 100 litros de gasoil que consume el agro, unos 64 litros van al bolsón de los impuestos. Junto con los precios, el componente tributario se mueve y engorda mientras se agita el debate sobre la política de tarifas entre el Gobierno y el Congreso.
La puesta al día de las tarifas del combo energético, que incluye gas y electricidad, impacta sobre el costo de los tambos, feedlots, granjas avícolas y porcinas, la agricultura bajo riego y una larga lista de agroindustrias.
Nadie escapa a los impactos. Entre los más relevantes, la carga impositiva sobre el gasoil es un tema de agenda para las entidades de productores. Desde Cartez –que este viernes tendrá su reunión mensual de consejo directivo– y su central nacional CRA han planteado que el sinceramiento tarifario contemple en la coyuntura la situación de los productores en emergencia o desastre. En tal caso, que se permita descargar impuestos que gravan a los combustibles sobre otros tributos que recaen en la producción, como IVA o Ganancias.
Pinzas
El ajuste cambiario se traslada al valor de los granos, pero también al precio interno de los combustibles y su componente impositivo. De este modo, se produce un doble impacto sobre las actividades que demandan energía y granos entre sus insumos (tambos, granjas, feedlots); se les incrementan ambos ítems y su componente tributario. Cuando ahora se aproxima la temporada invernal, las granjas necesitarán calefaccionar galpones y relevarán ese impacto en los costos.
La semana pasada fue nota de tapa de Agrovoz la puesta en marcha del biodigestor del establecimiento porcino La Quimera, de Luis Picat, en el departamento Tulumba. Una buena noticia cuando se trata de sumar energías alternativas a través de insumos de la propia granja. El “ahorro” de costos permitirá amortizar más rápido la inversión y también, en este caso, agrega valor el perfil ambiental del proyecto: permite la absorción de los efluentes para producir biogás, que se convierte en energía eléctrica, y su posterior uso como biofertilizantes.
Volviendo al combustible, el promedio relevado en marzo por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada) en 22 estaciones de servicio en Río Cuarto dio 15,74 pesos por litro para el gasoil grado dos (común) antes de impuestos, y un valor al público de 23,30 pesos por litro. En este análisis, los impuestos explicaban 32,45 por ciento del total.
David Miazzo, economista de Fada, considera que tratándose de insumos básicos para mover el aparato económico y lograr actividades competitivas, la energía y los combustibles no pueden tener una sobre carga de tributos que perturben ese objetivo. Por esta razón, considera positivas las medidas de promoción que alientan la generación de energía distribuida o de fuentes alternativas, incluida la incorporación de paneles solares para el funcionamiento de equipos de riego en el campo.
En el norte de Córdoba, la Rural de Jesús María evaluó que el costo del riego trepó a 1,80 dólares por milímetro, cuando hace cinco años estaba en 50 centavos y el año pasado oscilaba entre 80 centavos y 1,50 dólares. Los productores evalúan la alternativa de apagar los motores eléctricos o de gasoil y, en el mejor de los casos, sustituirlos por energía solar.