Manuel Otero: "De las Américas depende la seguridad alimentaria del mundo"

El nuevo presidente del IICA destaca el papel del continente americano como productor global
POR Carlos González Prieto

El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) es un organismo internacional perteneciente a la OEA , con sede central en San José de Costa Rica y oficinas en los 34 países, cuyo fin es estimular, promover y apoyar el desarrollo sostenible de la agricultura y el bienestar de las poblaciones rurales. Esta semana asumió como presidente el argentino Manuel Otero, un médico veterinario que fue consejero agrícola en Washington y vicepresidente del INTA, entre otros cargos.

En una entrevista realizada poco después de asumir, Otero se refirió a las perspectivas de la agricultura en la Américas y las tareas que desarrollará en el organismo.

-¿Cuáles van a ser sus ejes de gestión?

-Voy a tratar de transformar al IICA en una institución mas eficiente y más cercana de los problemas que están limitando el desarrollo agropecuario de nuestros países. Creo que este es el momento de la agricultura de las Américas y no podemos desperdiciar la oportunidad. Nuestro continente representa el 15% de las exportaciones agropecuarias totales, de nosotros depende la seguridad alimentaria del mundo y la sostenibilidad del planeta, debemos posicionamos de una manera mas agresiva en los foros mundiales porque la agenda global está requiriendo eso.

-¿Cuál es la diferencia entre la agricultura argentina y la de otros países que integran el IICA?

-Hay muchas agriculturas y evidentemente dentro de ese mosaico tan heterogéneo la Argentina representa uno de los modelos más exitosos de agricultura de productos de clima templado donde si queremos reposicionarnos a nivel internacional, como señala el presidente Macri, tenemos en nuestra agricultura muchas cosas para exportar, buenas prácticas, tecnologías, experiencias muy bien sucedidas que es hora que las pongamos a consideración de otros países.

-¿Qué le resta por desarrollar a la agricultura argentina?

-La agricultura argentina está en una fase de crecimiento positivo después de años donde había demasiadas trabas, somos un ejemplo de eficiencia competitiva de tranqueras adentro pero hay mucho para hacer tranqueras afuera, el partido de los próximos años tendría que jugarse a nivel de los temas de infraestructura, de logística, de manejo de recursos hídricos, de incentivos a políticas de agregación de valor, más ciencia y tecnología agropecuaria, una nueva política impositiva, esos son los temas que van a definir un salto de calidad.

-¿Es verdad que de los presupuestos de los organismos internacionales se gasta mucho en la burocracia diplomática y termina llegando muy poquito a los productores?

-Los organismos internacionales no escapan a las generales de la ley y están en una fase de transición, es necesario tener más eficiencia, ser menos burocráticos. El IICA tiene un presupuesto de 35 millones de dólares, con eso financiamos 35 oficinas, tenemos 500 funcionarios, una cartera de 300 proyectos, de manera que se hace bastante con los recursos disponibles, hay que aumentar la captación de recursos externos, en esto hay que ser extremadamente agresivo y hay que re pensar estos modelos tradicionales de la cooperación técnica.

-¿Para qué le sirve a un productor argentino que hoy usted sea director general del IICA y de qué le sirve al país su posición?

-Muchas veces me hago esa pregunta. En primer lugar, el IICA sirve para promover acciones de fortalecimiento institucional, para que los ministerios de Agricultura tengan mejores marcos normativos, mejores políticas, funcionarios más capacitados. Difícilmente podamos llegar a cada uno de los productores, pero en la medida que tengamos mejor institucionalidad agropecuaria estaremos llegando a los productores. Una de mis prioridades es trabajar mas cerca del sector privado y me gustaría que en los órganos de gobierno del IICA el sector privado este presente para que exista un verdadero dialogo publico - privado cosa que hasta ahora no ocurre.

-¿Cuando hizo su primer trabajo en el IICA, hace décadas, se imaginó ocupando la dirección general?

-Inicialmente no se me cruzó por la cabeza, siempre sentí admiración por el primer director general con el que trabajé que fue Martin Piñeiro, fui madurando de manera gradual la idea de ser el onceavo director general en la historia del IICA y el segundo argentino. Somos el primer país que repite nacionalidad en la historia de este cargo.