Se acerca el fin de año y, como siempre ocurre, llega el momento de los balances para revisar lo actuado. Hechos a conciencia, los balances constituyen una buena forma de continuar con lo que anduvo sobre rieles, mejorar lo que tuvo algún inconveniente, y concluir con los procesos que tocaron techo. Este 2017 que se va fue un año muy intenso. En primer término, porque durante el primer segmento los efectos de las precipitaciones excesivas que ya se venían manifestando incluso desde 2016, complicaron la situación de diferentes regiones de la provincia. En este sentido, parte del este cordobés sufrió problemas de anegamientos y daños en la infraestructura, y en mayor medida aún lo que llamamos el sur-sur provincial: los departamentos General Roca y Roque Sáenz Peña, y franjas de Río Cuarto y Juárez Celman. Declaramos la Emergencia Agropecuaria en todas las zonas que se vieron afectadas, y estuvimos para asistir a los productores más perjudicados, poniendo especial énfasis en los establecimientos más chicos, y en los ganaderos de tambo y carne. Enviamos apoyo de alimento balanceado, y a través del área de Infraestructura Rural concretamos el nexo con las dependencias del Estado encargadas de dar respuesta a las problemáticas que no eran de competencia exclusiva del Ministerio de Agricultura y Ganadería. En ese marco, desde las arcas provinciales se destinaron en estos doce meses 1.000 millones de pesos para obras en las redes secundaria y terciaria de caminos, y más de 1.200 millones en canales y otras tareas de Recursos Hídricos. Los lugares de ejecución se decidieron en las más de 100 reuniones realizadas en numerosos puntos del territorio cordobés.
Pero como el objetivo de nuestro trabajo fue siempre mirar hacia adelante, tratando de que los temas coyunturales no impidan el desarrollo de los planes de acción, se trabajó para dar respuesta a los requerimientos del sector, sin dejar de lado lo proyectado. Y ahí están los 50 millones de pesos que destinamos para recuperación de trazas rurales directamente desde esta cartera; el desarrollo del Programa de Entrega de Semillas Forrajeras para la Recuperación de Bajos Salinos; la ampliación de la Red de Estaciones Meteorológicas en todo el territorio provincial, con 35 equipos en funcionamiento; la continuidad de las acciones del Programa de Conservación de Suelos, con la entrega de maquinaria a los consorcios por un valor de 26 millones de pesos, y otros 10 para el desarrollo de proyectos prediales e intra-prediales; o el apoyo a la familia rural a través de los planes de la Dirección de Producción Agropecuaria Familiar.
Buenas Prácticas y genética ganadera
Sin restar importancia al detalle anterior, hubo también en 2017 dos banderas que desde el Gobierno de Córdoba y el Ministerio de Agricultura y Ganadería tratamos de enarbolar, de desarrollar, instalar e incentivar: el Programa Provincial de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPAs), y el Programa de Mejoramiento Genético 1000 Toros Córdoba.
Con la primera iniciativa, estamos haciendo camino al andar, porque no teníamos antecedentes o espejo donde mirarnos. Es así que en una interacción público-privada con escasos antecedentes por su grado de compromiso, el ministerio y 50 entidades del sector que conformaron un Consejo Consultivo, moldearon un programa para incentivar al productor que hace bien las cosas. La producción sostenible como premisa. Y es así que después de meses intensos de consultas, de difusión, de capacitaciones, de miles de kilómetros recorridos visitando más de 60 localidades del interior, de gente adhiriendo a las BPAs a través de la página que se creó exclusivamente para el programa, se llegó a esta parte final del año entregando a más de 1500 productores sus aportes por un total de 50 millones de pesos. Esos aportes fueron otorgados por haber validado prácticas como rotación de cultivos, análisis de suelos, planes de conservación y asociativismo, entre otros. Para 2018 la expectativa es seguir creciendo, y el gobernador Schiaretti asignó 100 millones de pesos para el programa. Pero no solo se incrementará el fondo de las BPAs, ya que la conservación de suelos pasará de 30 millones de pesos a 100 millones.
Y en lo que respecta a la Ganadería, el Programa 1000 Toros Córdoba tiene como objetivo acompañar el crecimiento que el sector viene evidenciando en los últimos tiempos, a través de un aporte de 30 mil pesos para la reposición de un reproductor de alta genética. Esto es, además, más sanidad y mejor calidad en el producto. Comenzamos hace unos días con la entrega de los montos, y la continuidad está definida.
El año que está a la vuelta de la esquina es una página en blanco, y debemos escribirla entre todos, de manera conjunta, ya que todas las iniciativas mencionadas tienen garantizada su continuidad en este nuevo periodo. Estado, dirigencia y productores, tenemos el desafío de sostenerlas y, en lo posible, mejorarlas.
Pero como el objetivo de nuestro trabajo fue siempre mirar hacia adelante, tratando de que los temas coyunturales no impidan el desarrollo de los planes de acción, se trabajó para dar respuesta a los requerimientos del sector, sin dejar de lado lo proyectado. Y ahí están los 50 millones de pesos que destinamos para recuperación de trazas rurales directamente desde esta cartera; el desarrollo del Programa de Entrega de Semillas Forrajeras para la Recuperación de Bajos Salinos; la ampliación de la Red de Estaciones Meteorológicas en todo el territorio provincial, con 35 equipos en funcionamiento; la continuidad de las acciones del Programa de Conservación de Suelos, con la entrega de maquinaria a los consorcios por un valor de 26 millones de pesos, y otros 10 para el desarrollo de proyectos prediales e intra-prediales; o el apoyo a la familia rural a través de los planes de la Dirección de Producción Agropecuaria Familiar.
Buenas Prácticas y genética ganadera
Sin restar importancia al detalle anterior, hubo también en 2017 dos banderas que desde el Gobierno de Córdoba y el Ministerio de Agricultura y Ganadería tratamos de enarbolar, de desarrollar, instalar e incentivar: el Programa Provincial de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPAs), y el Programa de Mejoramiento Genético 1000 Toros Córdoba.
Con la primera iniciativa, estamos haciendo camino al andar, porque no teníamos antecedentes o espejo donde mirarnos. Es así que en una interacción público-privada con escasos antecedentes por su grado de compromiso, el ministerio y 50 entidades del sector que conformaron un Consejo Consultivo, moldearon un programa para incentivar al productor que hace bien las cosas. La producción sostenible como premisa. Y es así que después de meses intensos de consultas, de difusión, de capacitaciones, de miles de kilómetros recorridos visitando más de 60 localidades del interior, de gente adhiriendo a las BPAs a través de la página que se creó exclusivamente para el programa, se llegó a esta parte final del año entregando a más de 1500 productores sus aportes por un total de 50 millones de pesos. Esos aportes fueron otorgados por haber validado prácticas como rotación de cultivos, análisis de suelos, planes de conservación y asociativismo, entre otros. Para 2018 la expectativa es seguir creciendo, y el gobernador Schiaretti asignó 100 millones de pesos para el programa. Pero no solo se incrementará el fondo de las BPAs, ya que la conservación de suelos pasará de 30 millones de pesos a 100 millones.
Y en lo que respecta a la Ganadería, el Programa 1000 Toros Córdoba tiene como objetivo acompañar el crecimiento que el sector viene evidenciando en los últimos tiempos, a través de un aporte de 30 mil pesos para la reposición de un reproductor de alta genética. Esto es, además, más sanidad y mejor calidad en el producto. Comenzamos hace unos días con la entrega de los montos, y la continuidad está definida.
El año que está a la vuelta de la esquina es una página en blanco, y debemos escribirla entre todos, de manera conjunta, ya que todas las iniciativas mencionadas tienen garantizada su continuidad en este nuevo periodo. Estado, dirigencia y productores, tenemos el desafío de sostenerlas y, en lo posible, mejorarlas.