¿Qué nos depara el futuro para el aceite de soja argentino? JULIO CALZADA - EMILCE TERRÉ

Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja y el noveno en aceite de girasol. En 2016 se vendieron al exterior 4.500 millones de dólares en ambos productos, 8% de las exportaciones nacionales. Anualmente se producen 8,6 Mt de aceite de soja, exportándose el 60%. Los vaivenes en la producción, consumo y comercio mundial de todos los aceites vegetales (soja, girasol, palma, colza, etc.), y su consiguiente evolución de precios, tienen impacto sobre la Balanza Comercial Argentina, por lo que se analiza este panorama. Se analiza también India, principal cliente del aceite de soja argentino.
1. ¿Qué está sucediendo en el mundo con los aceites vegetales? 

Según las previsiones de setiembre de este año, Oil World espera que en la actual campaña 2017/18 el consumo mundial de aceites vegetales sea levemente inferior a su producción, aumentando consecuentemente el nivel de stock al final de la campaña. Este último pasaría de 24,6 millones de toneladas en el 2016/17 a 26,6 Mt en el 2017/18. Si bien este dato bajista limitó las ganancias de precios este año, ello no fue suficiente para interrumpir la tendencia a la recuperación de las cotizaciones internacionales que comenzase en el 2016. 

De confirmarse las previsiones de Oil World para la campaña 2017/2018, la producción mundial de aceites vegetales (incluyendo aceite de palma, soja, colza, girasol, almendra de palma, maní, algodón, coco y oliva) estaría aumentando un 3,6% respecto del año pasado y un 21,7% cuando comparamos los últimos seis años (2011/2012 vs proyección 2017/2018). En efecto, durante el ciclo 2011/2012 se obtuvieron casi 160 millones de toneladas, en tanto que para el 2017/2018 se espera una producción global de 194,7 millones de toneladas; es decir, casi 35 millones de toneladas más que seis años atrás (Cuadro N° 1).


La tendencia al aumento en la producción mundial de aceites vegetales se verifica claramente en los últimos seis años, traccionada por sus dos aceites principales: palma y soja. Estos dos productos representan el 65% del total de los aceites vegetales. Y son los aceites que presentan mayor crecimiento en este período, tal como consta en el cuadro N°1.

Los cinco aceites vegetales más importantes -en lo referido a producción mundial medida en tn- son el de palma, soja, colza, girasol y el de palmiste (almendra de palma). Ellos representan el 90% de la producción mundial de aceites vegetales. Estos cinco productos muestran sostenidos incrementos a lo largo de los últimos seis años. El aceite de palma, primero en el ranking, tuvo una producción mundial de 52,4 millones de toneladas en el ciclo 2011/2012. En el 2017/2018 se espera una producción global de 68,7 millones de toneladas, con un crecimiento proyectado para el período del 31%. Son casi 16 millones de toneladas anuales más de aceite de palma que hace 6 años.  

Algo más fuerte sería aún el crecimiento en la producción mundial de aceite de soja que ocupa el segundo lugar. En el 2011/2012 se produjeron aproximadamente 42,2 millones de tn, en tanto que en el 2017/2018 se espera un registro de 56 millones de tn. Casi 14 millones de toneladas anuales más que hace seis años. 

El aceite de colza (3° en el ranking) mostraría un leve incremento respeto de hace seis años: en el 2011/2012 se produjeron aproximadamente 24,4 millones de tn, en tanto que en el 2017/2018 se espera un total de 25,3 millones de tn. Aumentaría apenas un 3,6% en seis años. 

A nivel de consumo doméstico mundial de aceites vegetales, en el mismo cuadro N°1 vemos que en el ciclo 2011/2012 el consumo global ascendía a 157 millones de toneladas. Se proyecta para el 2017/2018 un aumento hasta llegar a 192,4 millones de toneladas anuales, lo que representa un incremento del 22,6 respecto del consumo doméstico mundial registrado en el 2011/2012. 

Como puede verse, en estos últimos seis años el aumento en la producción mundial ha sido levemente inferior al del consumo doméstico mundial: 21,7% vs 22,6%. 

Finalmente el cuadro N°2 muestra que en la actual campaña 2017/2018, según las predicciones de Oil World, el stock final mundial de aceites vegetales aumentaría de 24,6 millones de toneladas en el 2016/2017 a 26,7 Mt en el 2017/2018. Los dos aceites principales verían aumentar sus existencias finales, aunque el aceite de soja registraría un mayor incremento que el aceite de palma: 33% vs 18%. 



2. ¿Qué muestran los precios internacionales de los aceites vegetales? 

Los precios internacionales de los principales aceites vegetales a nivel mundial (palma, soja, colza y girasol) venían mostrando desde el primer semestre del año 2011 hasta casi finales del 2015, precios en baja de manera paulatina y sistemática tal como muestra el Gráfico N°1. Sin embargo, la campaña comercial que fue desde octubre de 2015 a septiembre de 2016 trajo consigo una moderada caída en la producción combinada con un notable aumento global en el consumo de aceites vegetales, motivada por el abaratamiento relativo de los mismos. Como resultado, el stock final que dejó el ciclo 2015/16 de 24,3 Mt resultaba un 17% inferior al del año anterior disparando una recuperación general de los precios. 


Desde entonces, si bien las cotizaciones mundiales de aceites vegetales han mostrado sus alzas y bajas más o menos pronunciadas según el producto específico, la tendencia general ha sido moderadamente alcista. Las subas de la producción han permitido compensar más cómodamente el aumento en el consumo mundial, y aunque los stocks se han recuperado hasta las 26,6 Mt (estimado 2017/2018) aún se mantienen por debajo de los 29,4 Mt de la campaña 2014/15. Por otro lado, la paulatina recuperación del precio del petróleo en el mundo (hoy, en Estados Unidos, está cotizando en sus valores más altos de los últimos dos años) se cuenta entre los principales apalancadores para los precios. 

En este último tiempo, la recuperación en los precios fue puesta a prueba luego que India, uno de los principales compradores mundiales de aceites vegetales, incrementase fuertemente los aranceles a la importación de estos productos. Sin embargo, hubo noticias que apuntalaron los precios. En efecto, a medida que las agencias internacionales como NOAA en Estados Unidos o  la Agencia de Meteorología australiana elevaron por encima del 70% las probabilidades de que se produzca un fenómeno Niña (entre diciembre de este año y febrero del 2018) y –por otra parte- el aliento generado por las nuevas subas del petróleo permiten -de momento- pasar el escollo de la decisión de India, mucho mejor de lo que se esperaba.

Los años Niña se asocian a lluvias por encima de lo normal en zonas del Sudeste asiático, por lo que crece el temor que los rindes se ubiquen por debajo de lo esperado y que se dificulten las labores de cosecha y transporte especialmente de palma y sus derivados. Al mismo tiempo, el fenómeno genera lluvias por debajo de lo normal en nuestra principal zona productora justo en el período crítico para la definición de rindes de la soja, pudiendo llegar a perjudicar la campaña sojera y por ende, la producción y exportación de sus subproductos. En suma, el nerviosismo contagió al mercado y los precios recibieron soporte, incluso a pesar de las medidas de política comercial anunciadas por India. 


3. ¿Cuál es la situación de India, principal comprador de aceite de soja en el mundo y adquirente de la mayor parte de las exportaciones argentinas?

En India se acumularon tres años de precios bajos y acumulación de stocks a consecuencia del contexto internacional. Frente a este escenario, era anticipado en el mercado que alguna decisión se tomaría en relación a los aranceles, ya que al Estado le quedaban pocas herramientas para apuntalar al sector que no redundasen en un aumento excesivo del gasto público. En este sentido, tanto comprar el grano directamente al productor como otorgarle un subsidio por el diferencial entre el precio de mercado y un precio mínimo garantizado erosionarían los resultados fiscales, mientras que en el caso del arancel a la importación el peso recae sobre consumidores domésticos y, en menor medida, sobre países extranjeros exportadores. 

Entre éstos, la medida de aumento en los aranceles de India causó un gran impacto en nuestro país. En el año 2016, India fue el destino de más de la mitad de las exportaciones argentinas de aceites vegetales, tal como muestra el Gráfico N°2 basado en datos del SENASA.

 
Sin embargo, si bien las importaciones de aceite de India no aumentarían todo lo que se esperaba en la nueva campaña serían aún más altas que el ciclo anterior, ya que la dependencia de dicho país en las compras al exterior de este tipo de óleos es muy alta, y los mayores aranceles no serán suficientes para cambiar eso. En el ciclo 2016/17, India produjo casi 15 millones de toneladas de aceites, mientras que importó 22 millones. La medida apunta sólo a mejorar la rentabilidad de los procesadores internos de oleaginosos y no a acabar con la dependencia internacional. En este marco, cabe esperar que en volumen las exportaciones logren soporte, aunque la duda permanece del lado de los valores a los que será factible colocar la mercadería.