Maíz temprano: en la zona núcleo pampeana debe lograrse un rinde de 128 qq/ha para obtener el mismo ingreso que el propietario del campo

Con un alquiler de 400 u$s/ha y los precios actuales esperados a cosecha.

Maíz temprano: en la zona núcleo pampeana debe lograrse un rinde de 128 qq/ha para obtener el mismo ingreso que el propietario del campo
Todo indica que –con los actuales precios esperados a cosecha– en el ciclo 2017/18 será mucho más conveniente ser propietario de un campo arrendado que empresario agrícola en tierra de terceros.
Con un precio de la Soja Mayo 2018 Matba de 260 u$s/tonelada, un planteo con tecnología óptima, seguro agrícola, monitoreo y un arrendamiento de 400 u$s/tonelada en la zona núcleo pampeana, se necesita lograr un rinde promedio de 34 qq/ha en soja de primera para recuperar la inversión.
Para recibir el mismo ingreso bruto que el propietario del campo (400 u$s/tonelada equivalentes actualmente a 15 qq/ha), el empresario agrícola debería poder lograr un rinde de 52 qq/ha.
Ese mismo cálculo, pero con una soja libre del derecho de exportación del 30%, arroja un rinde de indiferencia en soja de primera de 24 qq/ha y la necesidad de generar 37 qq/ha para empatar el ingreso bruto del propietario del campo.
Vale recordar que el rinde promedio de soja de primera en la zona núcleo pampeana en el pasado ciclo 2016/17 –que fue un buen año en términos climáticos– fue de 38 qq/ha, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En lo que respecta al maíz temprano en la zona núcleo pampeana, con un alquiler de 400 u$s/tonelada y un precio bruto a cosecha de 150 u$s/tonelada (tomando como referencia al contrato Maíz Abril 2018 del Matba), se necesita lograr un rinde promedio de 95 qq/ha para recuperar la inversión. Y para lograr obtener el mismo ingreso bruto que recibe el propietario deberían cosecharse 128 qq/ha.
En 2016/17 el rinde promedio de maíz temprano fue de 100 qq/ha en el sector sur de la zona núcleo pampeana, mientras que en el sector norte de la misma se ubicó en 94 qq/ha, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La sobreapreciación cambiaria –subproducto del gasto público descontrolado– es el principal factor que atenta contra la competitividad de ambos cultivos, dado que los costos pesificados (labores, cosecha y fletes) tienen, en el actual contexto, un peso creciente medidos en dólares. En el caso de la soja, además, se suma el derecho de exportación del 30%.
No es casual que una de las zonas en las cuales se está registrando mayor interés en invertir en ganadería sea precisamente la región núcleo pampeana, dado que muchos agricultores están buscando alternativas para zafar de la pauperización del negocio de la producción de granos