Un investigador del Inta Marcos Juárez realiza una estimación de cuántos ingresos pierde una empresa agrícola y otra de planteo mixto ante un escenario de anegamientos.
Las inundaciones fueron uno de los principales obstáculos que sufrieron los productores y empresas agropecuarias cordobeses durante las últimas dos campañas.
En Marcos Juárez, por ejemplo, en tres de los últimos cinco ciclos, se superó por entre 11 y 26 por ciento el promedio histórico anual de lluvias.
Lógicamente, esto impacta en los números de quienes se dedican a la agricultura y la ganadería. Pero, ¿de cuánto es ese impacto?
Esa pregunta es la que busca contestar el investigador Carlos Ghida Daza, del Inta Marcos Juárez, en un informe titulado “efectos económicos del exceso hídrico en sistemas productivos predominantes del sudeste de Córdoba”.
Agrícolas
Tomando datos oficiales y privados, el cálculo de Ghida Daza diferencia, por un lado, las empresas agrícolas y; por el otro, las mixtas (también realizan ganadería).
En el primer caso, bajo una condición de anegamiento promedio, una empresa pierde 15,3 por ciento de sus ingresos brutos y 30,8 por ciento de sus márgenes totales, en relación a un escenario normal.
A la larga, lo más importante es que la rentabilidad se reduce del 2,15 por ciento al 0,22 por ciento. Es decir, un exceso de lluvias prácticamente deja a la compañía sin ganancias pero logra cubrir todos sus gastos.
Mixtos
En el caso de los establecimientos mixtos, la ecuación es aún peor: el margen bruto se reduce 50 por ciento, el ingreso neto cae casi a 0 y la rentabilidad termina siendo negativa.
A partir de los datos relevados, una de las conclusiones a la que llega Ghida Daza es que, además de estas pérdidas económicas, “el nivel de riesgo global de la empresa agrícola se incrementa también en forma importante en todo el rango posible de situaciones de anegamiento con probabilidades mayores al 50 por ciento de no cubrir todos los costos efectivos, no efectivos y de oportunidad”.