“El ganadero no es enemigo del monte: las vacas no pueden pastorear con capelinas”



Un productor del norte de Córdoba asegura que son conscientes de la necesidad de mantener los árboles, pero alerta que “los matorrales son la verdadera problemática ambiental”.

Durante la última semana, comenzó la primera campaña de vacunación del año contra la fiebre aftosa en el norte de Córdoba.
Uno de los vacunadores que realiza esta actividad desde hace más de 17 años, Walter Ducló, es también productor ganadero y, en una entrevista difundida por la Sociedad Rural de Jesús María (SRJM), dejó sentada su opinión en el marco del debate por la reforma a la Ley de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo. 
Árboles sí, matorrales no
Según Ducló, “los del campo no vamos por el desmonte, sabemos que todo árbol es útil y su sombra nos hace falta; nuestras vacas no pueden pastorear con una capelina puesta”.
Por eso, consideró que “los matorrales son la verdadera problemática ambiental”. Técnicamente, explicó que “las toscas y garabatos te quitan receptividad en el suelo e impiden el crecimiento del pasto natural”. 
Esto genera que la producción ganadera se enfrente a un escenario en el que es difícil ganar dinero. “Necesitás ocho hectáreas para mantener a una sola vaca, que tiene cría cada año y medio”, ejemplificó en relación a la baja eficiencia que está teniendo la ganadería en el norte de Córdoba.
Desarraigo y pobreza
En este marco, Ducló no dudó en afirmar que “la Ley de Bosques, así como está, va a traer mayor pobreza en el norte de Córdoba”, debido a que “los pequeños productores están emigrando, porque lo que producen no les alcanza. Los jóvenes se van porque no encuentran oportunidades”.
Desde su punto de vista, “tenemos que dejarlos producir. No podemos seguir conviviendo con los matorrales, que le sacan lugar al pasto natural. Y si querés dejar esto así, entonces no les cobrés impuestos; no tienen seguridad jurídica sus minifundios”.
Para Ducló, este avance del arbustal es una de las causas que explican el achicamiento del rodeo ganadero en el departamento Tulumba: estima que de vacunar 105 mil cabezas en el 2001, pasó a aplicar 44 mil dosis el año pasado. 
“Evidentemente hay sobrepastoreo en el pie de sierra; tenemos que lograr una simbiosis para seguir produciendo”, concluyó.