Y ENERO 2017 DIO QUE HABLAR… Marianela De Emilio

Soja y Maiz en su mes crítico, con sorpresas climáticas y políticas


Se esperaba un Enero lleno de definiciones para la producción agrícola. Climáticamente la amenaza estaba en una leve NIÑA, que podía generar falta de lluvias en el momento de definición de rendimientos en Argentina, y políticamente sabíamos que asumía el nuevo presidente de Estados Unidos, y junto a esto las expectativas de cambios coyunturales para este país, que afectarían al mercado mundial.

Finalmente Enero llegó y trajo sorpresas, la Niña se transformó en Niño residual, con severas inundaciones en la zona núcleo de Argentina, y sequías en el Sur bonaerense y La Pampa, con recortes de área de siembra y pérdidas parciales o totales de lotes anegados, sembrados con soja y en menor medida maíz. Las pérdidas hasta ahora proyectadas ascienden a más de 5 millones de toneladas, de las que 1 corresponde a maíz, y casi 3 a soja. Como es de público conocimiento, el clima da un respiro por estos días, permitiendo la recuperación de lotes parcialmente afectados, que podrían expresar buenos rendimientos, de no ocurrir nuevos eventos extremos. Sin embargo los números reales no se verán hasta que se complete la cosecha de estos dos granos, lo que se demorará seis meses más, por lo que todas son proyecciones y especulaciones sobre su impacto a nivel global, en medio de abundancia de granos por todos lados.

Respecto de la asunción del nuevo presidente estadounidense Donald Trump, trajo muchos cambios desde antes de su asunción, dado que, el ahora ex presidente, Obama buscó en sus últimos meses de gobierno establecer políticas obstructivas para acciones futuras del nuevo presidente, las que redundaron en elevar el gasto público y restringir proyectos vinculados a exploraciones de petróleo, por mencionar solo algunos.

Pasada la primer semana del nuevo presidente, y ya desde el primer día, comenzaron a correr una serie de anuncios y reglamentaciones que tienden a contrarrestar las políticas del demócrata Obama, y avanzar sobre los objetivos que impuso con firmeza durante su campaña Donald Trump, referidos a proteger los intereses de los estadounidenses, sea desde los puestos de trabajos, evitando mano de obra extranjera, hasta tratados de libre comercio, entre los que se encuentra el Acuerdo Transpacífico, que afianzaba negociaciones con muchos países de Asia, entre los que no se encontraba China. Saliendo de este tratado, Estados Unidos le deja el camino libre a China para liderar esta región, y deja sin sostén a países latinoamericanos, que veían con esperanzas este acuerdo (México, Perú y Chile).

Quedan muchos anuncios por ejecutar, entre los que se encuentra lo referido a biocombustibles, si seguirán en vigencia los niveles de corte con etanol a las naftas y biodiesel al gasoil para Estados Unidos, y si habrán renegociaciones con Argentina, uno de los principales proveedores de biodiesel a ese país. Se espera que hayan cambios al menos en los aranceles a las importaciones de estos biocombustibles, con lo que la competitividad de Argentina se vería amenazada.

Por ultimo vale destacar anuncios de la FED (Reserva Federal de Estados Unidos), que prevé mayores aumentos de la tasa de interés en este país, y con esto una posible reacción de fortalecimiento del Dólar estadounidense, que tiende a debilitar los precios de los granos desde Chicago.

Saber que la incertidumbre política y económica que se genera desde Estados Unidos, podría afectar en varias direcciones a los granos, negativamente desde el punto de vista del aumento de tasas, mermas en los volúmenes y/o precios de biodiesel exportado a Estados Unidos, entre otros, pero también podría ejercer presión alcista la disolución del Tratado Transpacífico, dado un posible avance de China sobre el resto de Asia, que podría resultar en acelerar su crecimiento, y con esto elevar su demanda de materias primas.

Respecto al clima también tenemos fuerzas encontradas, por un lado recortes de producción en Argentina y por otro proyecciones de cosecha récord en Brasil.

Así va terminando el primer mes del año con mucho por analizar, dado que tanto los temporales en Argentina como las arrolladoras resoluciones de Donald Trump, deberán ser evaluadas en el corto y mediano plazo, para conocer la dirección que pueden tomar los comodities en general y los granos en particular.

Para tomar decisiones en medio de un panorama local e internacional muy complejo, comencemos por ver donde estamos parados.
En soja puede verse el salto de precios desde mediados de Enero, tanto en Chicago como en los futuros del Mercado a Término de Buenos Aires (MATBA).



En maíz se observan alzas a igual fecha que en soja, tanto en Chicago como en el MATBA, pero los movimientos de precios son de menor magnitud, con bajas hacia la primer semana de gobierno de Donald Trump, justificado en los anuncios sobre biocombustibles, que quitaría protagonismo al etanol como demandante de este grano, de oficializarse las medidas.



Conclusiones: Enero, un mes de incertidumbre climática en nuestro país, que agrega la incertidumbre internacional, cuyos impactos se verán más claramente en el mediano plazo.

Los precios dan oportunidad, sobretodo en soja, donde claramente se alcanzó una ventaja sobre la soja futura (Mayo 2017).

Los factores reinantes, tanto fundamentales como el clima, como geopolíticos, seguirán afectando los precios, por tanto, despejar nuestra vista de la tormenta de eventos y las especulaciones de mediano plazo, y tomar posiciones que tiendan a cubrir los márgenes de cada cultivo. Cubrirse al alza con opciones es muy válido, dado que esta ola de cambios, podría virar a inversores hacia las materias primas, y elevar las compras en el corto plazo, y con ellas los precios internacionales, con su impacto en el mercado local de futuros.

Se recomienda estar preparados a cambios de escenarios que podrían afectar los precios, y por ende nuestros márgenes, tomar decisiones comerciales que cubran los precios futuros actuales, y aporten flexibilidad a la suba en el corto plazo.

2017, un año lleno de expectativas y oportunidades, saber aprovecharlas dependerá de la capacidad de gestionar buenas decisiones en el camino.
Ing. Agr. Marianela De Emilio; INTA Las Rosas;