Los brotes verdes del agro van camino a una cosecha récord. P. Adreani

El presente año será recordado en la historia Argentina como aquel en el cual un presidente, por primera vez, proclama al sector agropecuario con un rol clave y de gran responsabilidad para el desarrollo económico del país. El hecho de haber cumplido lo prometido en precampaña, a las 48 horas de asumir eliminó las retenciones a las exportaciones de trigo, maíz, girasol y el resto de los productos agropecuarios con destino a la exportación, merece que el sector le responda a la altura de las circunstancias. Y realmente sí lo hizo. La superficie de trigo aumentó en un millón de hectáreas y no lo hizo más por una cuestión climática. El área con girasol confirmó un aumento de 700 mil hectáreas en su superficie de siembra, y finalmente el maíz, con un aporte adicional de 1,5 millones de hectáreas. Las nuevas reglas de juego se refuerzan y potencian con un par de palabras que no escuchábamos hace más de una década, “certidumbre y previsibilidad”. 

Los brotes verdes del campo han respondido con creces y si el clima acompaña tendremos en 2017, al cumplirse un año de gobierno de Macri, la mayor cosecha en toda la historia Argentina, en un piso de 120 millones de toneladas. Con probabilidades de superar los 125 millones de toneladas si el clima se comporta favorable para la evolución de los cultivos. 

Cereales récord. En el caso del trigo estamos estimando un volumen de producción de 16 millones de toneladas, por los excelentes rindes que se han cosechado en el Norte (Santa Fe, Córdoba, Norte, Centro y Sudoeste de Buenos Aires) que podrán compensar la caída del 20 por ciento en los rindes estimados para el sudeste de la provincia de Buenos Aires. Para el maíz proyectamos un volumen de 40 millones de toneladas, que puede ser mayor, si consideramos las muy buenas lluvias de Navidad. 

En el análisis de la política agropecuaria implementada por el Gobierno, hay que destacar que la eliminación de las retenciones a todos los productos agrícolas de exportación, a diferencia de lo que piensan la mayoría de los políticos, entidades y organizaciones sociales no afines a la actual administración, No favoreció a los productores sojeros como alegremente dicen. Nada más alejado de la realidad, muchos piensan que dichos productores han recibido el beneficio de una súper renta extra. La rentabilidad del productor depende de muchos factores: el precio internacional, la presión impositiva, el clima y el comportamiento final de las variables que integran el costo de producción. 

La eliminación de las retenciones al trigo, maíz y girasol evitó la quiebra de los productores y su arrastre negativo a la economía en su conjunto. 

En el caso del maíz, en los últimos 5 años el costo de producción por hectárea aumentó 40 por ciento en dólares: pasó de 357 dólares a 500 dólares. En el mismo periodo, el precio del maíz que recibe el productor subió 10 dólares por tonelada: de 137 dólares (cosecha 2010/11) a 147 dólares (cosecha 2016/17), con el esquema actual sin retenciones. Esto explica porqué el productor gana cada vez menos plata, cuando el margen bruto de maíz por hectárea llegaba a 422 dólares en la cosecha 2010/1 1. Hoy el productor, sin retenciones al maíz, tiene un margen bruto de 147 por hectárea. En conclusión, el productor de maíz ha visto reducidos sus ingresos por hectárea en un valor neto de 275 dólares, o una caída del 65 por ciento en términos porcentuales en dólares. En definitiva, con la eliminación de las retenciones el gobierno evitó la quiebra de miles de productores; lo que una amplia mayoría del ámbito político, sindical y social no sabe. 

¿Qué hubiera pasado si el gobierno de Macri no hubiera eliminado las retenciones? La respuesta es contundente: el ciento por ciento de los productores hubiera tenido márgenes negativos, con pérdidas promedio de 250 dólares por hectárea. Un a pérdida global para el sector de 3,000 millones de dólares, lo que se hubiera traducido en un menor saldo exportable, menor actividad económica en el interior y caída en el ingreso de divisas.