El viernes pasado, la tonelada en el mercado local cerró con los valores más altos en cinco meses, bordeando los 4.500 pesos por tonelada.
Los
problemas climáticos que atraviesa la campaña gruesa en Argentina y el último informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) que achicó la cosecha y los stocks de soja en ese país por debajo de lo que esperaban los operadores, están impactando en un repunte de los precios de la oleaginosa.
Este combo “empuja los precios hacia arriba”, consideró el analista de mercado de granos, Guillermo Rossi, uno de los expertos de la Bolsa de Comercio de Rosario que escribió el artículo semanal que difunde el Centro de Gestión Agropecuaria de la Fundación Libertad.
Casi $ 4.500
Según Rossi, “la semana (pasada) fue de menor a mayor para los precios de la oleaginosa, que encontraron máximos de casi cinco meses en el cierre del viernes, con operaciones en el rango de 4.400 a 4.450 pesos por tonelada”
De todos modos, señaló que “quedan aún amplios stocks por ingresar al circuito comercial pese a que el descuento de las posiciones forward escaló a unos 10 dólares por sobre el disponible, desde prácticamente cero a finales de diciembre”.
Perspectivas
Para Rossi, “el actual escenario de la soja es claramente uno de gran oferta y gran demanda”. Por un lado, la disponibilidad en Estados Unidos a principios de diciembre alcanzó un nuevo récord en 78,8 millones de toneladas, casi siete por ciento más que a la misma altura de la campaña anterior; pero del otro lado se destaca también un acelerado ritmo de utilización: entre crushing y exportaciones, el país del norte “agotó” 43,8 millones de toneladas tn sólo entre septiembre y noviembre, cinco millones más que en el mismo trimestre del ciclo anterior.
Paralelamente, la campaña sudamericana transita con buenas perspectivas en el sur y oeste de Brasil, así como también en Paraguay, pero enormes problemas generados por las lluvias en Argentina.
Aunque el Usda no modificó su estimación de producción de soja, Rossi destaca que hay analistas locales y del exterior que ya calculan pérdidas de varios millones de toneladas en la cifra de cosecha. Por ejemplo, Pablo Adreani estima que la producción apenas alcanzará las 50 millones de toneladas.
El motivo de este recorte son las demoras en la siembra, falta de agua en algunas zonas y anegamientos en otras. “Si bien es algo preliminar, en las próximas semanas se podrá calcular con mayor certeza el impacto generado por las condiciones climáticas adversas”, señaló Rossi.
Maíz y trigo
En cuanto a los cereales, según la mirada de Rossi, “juegan un partido aparte, con amplia oferta global pero demanda muy sostenida en el mercado local, generando precios atractivos”; es decir, “la exportación compite activamente con el consumo interno”.
Maíz. La necesidad de lotes con entrega corta ha creado buenas oportunidades de negocio, por momentos en el rango de 2.700 a 2.900 pesos por tonelada. No obstante, estos valores tienen potencial de baja cuando en pocas semanas se produzca el ingreso de la colecta temprana en la zona núcleo. Ya se comercializó un porcentaje muy importante del maíz de la última campaña.
Trigo. Se destaca la competitividad de la exportación y el dinámico flujo de ventas, entregas y embarques. Desde principios de diciembre ya se exportaron unas 2,3 millones de toneladas, cifra que representa el 15 por ciento de la cosecha. El cereal en condiciones cámara se ha pagado hasta 2.500 pesos la tonelada en Rosario, aportando buen margen de rentabilidad a los productores de la zona, que obtuvieron altos rendimientos. Es un primer indicio de que la superficie 2017/18 podría volver a incrementarse, acercándose a sus niveles históricos.
