El Instituto Nacional de la Semilla (Inase) seguirá a cargo de la fiscalización y el control de la legalidad de la semilla de origen de soja por espacio de un año más, a partir de una resolución tomada por la Comisión Nacional de Semillas (Conase).
"La extensión de la normativa se debe a que la misma ha cumplido con los objetivos previstos en la pasada campaña", señaló un comunicado de prensa de la cartera de Agroindustria.
La decisión se tomó en el marco de una reunión de la Conase, en la cual participaron las cámaras semilleras, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y las entidades agropecuarias.
"De esta manera, el Estado Nacional lo fortalece como el Instituto responsable de defender los intereses de los productores y de los desarrolladores de tecnología", aseguraron desde el Ministerio.
La resolución puso freno al conflicto desatado con la empresa multinacional biotecnológica Monsanto, quien buscar cobrar un canon especial por el uso de la tecnología contenida en la semilla de soja Intacta.
Frente a esa decisión, las entidad agropecuarias protestaron y presionaron por la sanción de una nueva Ley de Semillas, cuyo proyecto fue enviado por el Gobierno al Congreso en octubre pasado. Pero que aún no se pudo discutir en el seno de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados.
El dirigente de Federación Agraria y representante de la entidad en la Conase, Jorge Solmi, dijo que "el INASE hace de trapito de Monsanto y le cuida la patente, cuando su rol es cuidar las semillas".
Por el contrario, Roberto Campi, representante de Confederaciones Rurales Argentinas en la Conase, consideró que "No podemos caer otra vez en manos de Monsanto y que siga la resolución impide que sean ellos los que tengan el poder de controlar".