La revaluación fiscal de los campos en la provincia comenzará en 2017. Favio Re

Alrededor de cinco horas duró la reunión que mantuvieron el ministro de Agricultura y Ganadería de la Provincia, Sergio Busso, y representantes de las cuatro entidades que integran la Comisión de Enlace del agro cordobés. Los avances para reformular la Ley de Bosques y para generar consorcios de gestión integrada de recursos naturales estuvieron en el temario, pero lo central del encuentro y que lo extendió más de la cuenta –el pasado jueves– fue un asunto sensible para los productores: la revaluación fiscal de los campos.

Según se pudo reconstruir de fuentes rurales y oficiales, Busso oficializó lo que hasta ahora era un secreto a voces y que La Voz había revelado a mediados de agosto: la intención de resucitar el sistema de valuaciones rurales, tras dos décadas de inactividad.

Aunque no se dieron mayores precisiones, sí quedó claro que el primer “salto” de la actualización comenzará en 2017, y que luego la idea es continuar el ajuste de manera gradual hasta equiparar los valores de las tierras en Córdoba a los que tienen provincias vecinas como Santa Fe o Buenos Aires.

Los números finos se conocerán en no más de dos semanas, ya que la fecha tope que tiene la Provincia para elevar el Presupuesto 2017 vence el 15 de noviembre; la idea que tienen desde el Ministerio de Finanzas es agotar ese plazo. Antes, los ruralistas pretenden un mano a mano con el titular de esa cartera, Osvaldo Giordano.

Alícuota y fondos

Cabe recordar que un aumento de la valuación fiscal no significa necesariamente un incremento del Impuesto Inmobiliario Rural: el valor de la tierra es un parámetro sobre el que se impone un cociente que determina las bases imponibles, y luego las alícuotas que establecen el monto final que debe pagar cada contribuyente.

También es un punto por aclarar que el no ajuste de los valores no implica que el agro haya estado pagando menos impuestos: en el medio, la Provincia creó varios fondos específicos que, si bien no son coparticipables, al bolsillo del productor le representan prácticamente lo mismo que si se hubiera ajustado la base imponible.

Precisamente, el hecho de que estos recursos no se giren automáticamente a municipios y comunas es lo que despertó el reclamo de los intendentes y uno de los factores que motivan a la Provincia a activar un revalúo. “El aumento del próximo año va a ser sí o sí en el impuesto. Lo que queremos es transparentarlo y garantizar que los municipios reciban lo que corresponde”, afirmó una fuente de la Provincia.

En ese marco, los “fondos” no se eliminarían, pero sí se congelarían, para que sea la inflación la que licue su impacto, y sea el Estado el que, al recaudar más por el Inmobiliario Rural, los alimente. Uno de esos fondos está destinado a municipios y comunas que, al recibir más dinero por coparticipación, ya no lo necesitarían.

A la par de la inflación

Si bien, como se mencionó, no hubo precisiones, algunos números se tiraron arriba de la mesa. En principio, las valuaciones fiscales de los campos crecerían el próximo año unas 15 veces en comparación con las de 1993; y luego se ajustarían gradualmente para equipararse, en cuatro años, a las provincias vecinas. Se citó el ejemplo de un campo en Marcos Juárez, que tributa muchísimo menos que uno similar de Venado Tuerto (Santa Fe).

De todos modos, para que el impacto en el monto final del impuesto no sea tan brusco, la idea del Gobierno es retocar la alícuota. “El incremento va a tener como base la actualización de precios y la depreciación monetaria. Podremos discutir eventualmente si la inflación es más o menos, pero la alícuota se va a cambiar para que la suba impositiva no sea superior a esa pauta”, precisaron desde el Centro Cívico.

El peso de los “fondos”

Recursos no tributarios. Infraestructura y gasoductos, consorcios, municipios.

$ 1.850 millones previó recaudar este año la Provincia en concepto de distintos fondos específicos, junto al Inmobiliario Rural.