En Chicago el maíz
cae y el trigo sube, a la espera de las definiciones que deje el informe
mensual de estimaciones del USDA la semana próxima. En el mercado
local, el maíz cede terreno a medida que la presión de la demanda se
toma un respiro, mientras que el trigo insinúa el empalme de cosechas.
¿Hacia dónde vamos?
El maíz vuelve a perder en el mercado de Chicago
Pese
a algún dato auspicioso de la demanda externa, la presión de la nueva
cosecha y la incertidumbre frente a la próxima elección presidencial en
EE.UU. resultan un hueso duro de roer y los futuros de maíz en Chicago
no lograron escapar del cierre bajista para la semana que cerramos
En
el último reporte de progreso de cultivos del USDA se informó un avance
del 75% en la cosecha del cereal, que si bien se encuentran en línea
con el promedio del período 2011-15 las previsiones de clima cálido y
seco, ideal para el avance de las cosechadoras, podría hacer que esa
marca se rompa rápidamente.
Sin embargo,
algunas luces de esperanza se configuran un paso más adelante. Por un
lado, el USDA publicará el miércoles próximo el reporte mensual de
estimaciones de oferta y demanda de noviembre, para el cual el mercado
está descontando un nuevo ajuste a la baja del rinde promedio estimado
para la campaña estadounidense. Según surge de una encuesta de Reuters,
los operadores consultados prevén en promedio 108,7 quintales por
hectárea, cuando en octubre el Departamento de Agricultura proyectaba
111,4 quintales.
Por otro lado, los menores
rindes darían lugar a una cosecha de 382 millones de toneladas, según
surge del promedio de los sondeos privados. Este volumen, de
confirmarse, si bien aún resultaría récord histórico, se encuentra medio
millón de toneladas por debajo de lo que el organismo preveía el mes
pasado.
Otro
factor con la potencialidad de sostener los precios es el ritmo de
venta del maíz en Estados Unidos. En el escenario actual, los farmers
encuentran más atractivos los márgenes de soja que los del maíz, por lo
que privilegian las ventas del primero y acopian el segundo. Ello hace
calentar las bases del cereal en el mercado físico estadounidense al
tiempo que genera un desánimo generalizado en las decisiones de siembra
de la próxima campaña, y ya comienzan a oírse voces que predicen la
caída de área de maíz más grande en casi una década, aunque aún es
demasiado temprano para afinar números.
El mercado local no descuenta aún pérdidas por las lluvias
A
nivel local las cotizaciones no han presentado gran variación en la
última semana, entre oferentes reticentes a ceder terreno en precios
frente a una disponibilidad de grano que comienza a escasear, y
demandantes ambivalentes entre la necesidad de asegurarse el grano y
trasladar la baja en el mercado externo.
En el
recinto del Mercado Físico de Granos, los ofrecimientos por maíz con
descarga inmediata oscilaron en el rango de los $ 2400 y $ 2.450/ton,
con el denominador común del escaso volumen operado. El maíz para
entrega en diciembre, sin embargo, mostró una evolución descendente y
cayó de u$s 165 a u$s 162/ton. Ello, conjugado con la caída en el valor
del dólar que se espera a fin de año se traduce en una caída de casi $
70/ton para el contrato a plazo hasta alcanzar los $ 2.540/ton al cierre
de la semana.
Por maíz nuevo en tanto, las
ofertas se mantienen en u$s 145/ton para la entrega entre marzo y mayo
del año próximo o u$s 140/ton para el cereal tardío y de segunda a
descargar entre los meses de junio y julio.
Como
puede verse, a la fecha los fundamentos de pérdida de área por excesos
hídricos no impactaron en el mercado local. La Bolsa de Cereales de
Buenos Aires reportó que cerca del 17% de los 1,9 millones de hectáreas
ya implantados con maíz a nivel nacional sufren excesos de humedad
debido a las lluvias registradas esta última semana. Sin embargo, la
zona núcleo más productiva mantiene buenas perspectivas, transitando las
etapas vegetativas con tres a cinco hojas.
En
este escenario, sucede que la mayor producción interanual del cereal y
la posibilidad que brinda el cultivo de resiembras tardías en el mes de
diciembre, podría compensar estas pérdidas de área manteniendo las
buenas proyecciones a cosecha o, en el mejor de los casos,
aumentándolas.
El trigo comienza a empalmar campañas
En
el caso del trigo, las cotizaciones de referencia de la Cámara Arbitral
de Cereales de Rosario se deslizaron levemente a la baja durante la
semana, con un valor de $ 2.210/ton para las operaciones del día jueves
03 de noviembre, 30 pesos por debajo de la semana anterior.
Para
la descarga en diciembre en tanto, los valores ofrecidos abiertamente
en el Recinto del mercado trepan a u$s 145/ton, o $ 2.270/ton
aproximadamente, según el tipo de cambio de Rofex para los contratos que
expiran a fin de año, mientras que ya en enero se pagan u$s 150/ton o
u$s 147/ton en febrero, cuando la semana pasada ese valor se ubicaba en
u$s 153/ton.
Como puede verse, si bien los
diferenciales de precio se van achicando aún nos encontramos frente a un
mercado invertido que se sustenta en la notable recuperación que vienen
mostrando los despachos del cereal argentino al exterior.
El
gráfico que sigue muestra las exportaciones acumuladas por campaña
comercial de acuerdo a la información del SENASA, comenzando en
diciembre de cada año. En lo que va del ciclo 2015/16 se enviaron al
exterior 7,9 millones de toneladas de trigo, casi el doble que a la
misma altura del año pasado cuando se habían exportado 4,1 millones de
toneladas y un 163% más que el promedio de los últimos tres años.
Como
contraposición al volumen exportado, la exportación ha comprado 6,9
millones de toneladas del cereal, por lo que el diferencial se ha
cubierto liderando los stocks que habían acumulado campañas anteriores.
Si bien naturalmente la tasa de crecimiento de las exportaciones en los
últimos dos meses que restan de la campaña se ralentiza, las
perspectivas para la nueva campaña aún se evidencian auspiciosas, con
una capacidad de pago de la exportación en u$s 160/ton para nuestra
zona, los u$s 150 a los que asciende actualmente aún alientan la
realización de negocios.
A la fecha, se han
anotado ya exportaciones para la campaña 2016/17 por algo menos del
millón de toneladas, cuando hacía prácticamente tres años que no se
comprometían embarques con tanta anticipación. Esta normalización en el
flujo de exportaciones es el principal factor que explica el sostén de
los precios en el mercado local, cuando en la plaza internacional,
producto de una oferta récord, se encuentra gravitando en torno a su
nivel más bajo de los últimos diez años.
A
nivel productivo, el cereal mantiene las buenas proyecciones a cosecha a
pesar de las inclemencias climáticas. Los excesos de agua incrementan
el riesgo de enfermedades y dificulta las aplicaciones de fungicida.
También esta semana se reportaron algunos daños en la espiga por bajas
temperaturas. Según las estadísticas de a Bolsa de Cereales de Buenos
Aires, los agricultores recolectaron el 4,8% del área cosechable de los
4,3 millones de hectáreas sembradas con el grano.
En
la plaza internacional, los futuros de trigo en mercados
norteamericanos comenzaron la semana trepando con fuerza y acumularon
una ganancia del 3,3% en el mes de octubre ante coberturas de posiciones
vendidas. Así se cerró el segundo mes consecutivo en alza, luego de
lidiar con cuatro meses de racha bajista.
Egipto,
que se erige como el mayor importador de trigo del mundo, ha llamado la
atención del mercado esta semana al dejar flotar su moneda y acumulando
desde entonces una devaluación del 32%. Si bien el encarecimiento de
los productos importados como consecuencia del menor valor de la libra
egipcia podría hacer flaquear sus compras en el exterior, en principio
la demanda de trigo se cuenta entre las más inelásticas: en el Oriente
Medio, hay muchos sustitutos de proteínas, frutas o verduras, pero no
del pan.