La lechería sigue en crisis y los frigoríficos necesitan un mayor
volumen de hacienda. Pero mejoró el nivel de actividad en las fábricas
de maquinaria agrícola.
En una compleja transición entre los dos
gobiernos, la economía argentina lleva tres trimestres consecutivos en
recesión, con sectores estratégicos como la lechería, la industria
automotriz y la construcción que siguen sin poder recuperarse.
Esta coyuntura económica tiene un fuerte
impacto en la Región Centro. Las ventas en los supermercados, un rubro
sensible porque es lo último que resignan los consumidores, cayeron un
10% en los primeros siete meses de este año, respecto de la misma etapa
del año pasado.
La tasa de desempleo, además, ya supera
los dos dígitos en el Gran Rosario (11,7%) y el Gran Córdoba (11,5%),
aunque en el promedio regional es del 9,3%. “Pero hay que tener en
cuenta que más de 20% de la fuerza laboral, si no está desempleada, está
trabajando menos de lo que quisiera”, reconoce el informe de
Indicadores Económicos de la Región Centro que elabora el equipo de Ana
Inés Navarro en la Universidad Austral y que se publica en forma
trimestral.
El estudio advierte que la severidad de
la recesión, el aumento del desempleo y la caída de los salarios reales
por la inflación muestran su peor cara en el índice de pobreza, que
alcanzó al 32% de los argentinos en el segundo trimestre del año.
“Los datos de una recuperación de la
actividad económica en el segundo semestre no son contundentes, pero
tampoco inexistentes. Hay algunos brotes verdes que asoman de la mano
del sector agropecuario e impactan en la compra de maquinaria agrícola,
pick-ups y agroquímicos; también en la construcción a medida que toma
ritmo la obra pública”, indica el informe.
La cadena lechera sigue muy complicada.
En primer lugar porque el ritmo del ordeñe se contrajo un 17% entre
enero y julio en Santa Fe y Entre Ríos (no hay datos oficiales de
Córdoba). La principal causa son las inundaciones del otoño y las
consecuencias que dejaron en los tambos (algunos establecimientos
todavía luchan por volver a producir los mismos litros que antes del
diluvio).
En un contexto en el que se redujo la
oferta, el precio de la leche fluida aumento un 45% (julio de 2015
contra julio de 2016) y por primera vez en mucho tiempo los tamberos
argentinos cobran lo mismo que los uruguayos (27 centavos de dólar por
litro), pero es un número que no les permite salir del rojo y menos en
un año tan difícil desde el punto de vista climático.
“Las exportaciones de lácteos cayeron
21% en los primeros siete meses de 2016, en comparación con la misma
etapa del año pasado. Los cuatro principales compradores de quesos
continúan siendo Brasil, Rusia, Chile y Taiwán, que concentran el 75% de
las ventas”, precisa la Austral.
En la cadena ganadera, la carne ahora
vale. El precio promedio del kilo vivo de ganado ($ 24,9) en julio tiene
una brecha positiva de un 55% en la comparación interanual. “El proceso
de retención de vientres, que en el futuro asegura una mayor oferta
vacuna, reduce la actual y presiona hacia arriba los precios”, explica
el informe. Por supuesto, también influye el mayor valor que tiene el
maíz, uno de los principales insumos de la ración en los esquemas más
intensivos.
El nivel de procesamiento en los
frigoríficos se contrajo un 7% en las tres provincias: el año pasado se
habían faenado 1.880.000 cabezas y en 2016 1.735.000 (entre enero y
julio)
La baja oferta de hacienda, ya que va a
llevar varios años más recuperar las diez millones de cabezas que se
perdieron entre el 2008 y el 2011, frena las exportaciones. Apenas se
embarcaron 139.000 toneladas hasta julio, un 5,6% menos que en el mismo
período del año pasado. Las granjas avícolas también bajaron un cambio.
Se produjo un 21% menos que en el 2015, con una fuerte concentración en
Entre Ríos, que ahora representa el 62% de la faena nacional.
Las ventas de maquinaria agrícola, que
mueven la aguja del empleo en localidades como Marcos Juárez, San
Francisco y Las Parejas, mejoraron respecto de 2015, que es uno de los
peores años en la historia reciente del cluster fierrero.
Según datos del Indec, en el primer
semestre se vendió casi la misma cantidad de cosechadoras (330 versus
352 el año pasado), un 15% más de tractores (2.293 contra 1.999) y un
45% de sembradoras (646 versus 445). En este último rubro influyó la
venta de equipos para implantar granos finos, que estuvo paralizada por
la caída en la siembra del cereal de invierno durante las últimas
campañas.
La industria automotriz, que tiene
plantas importantes en las afueras de Córdoba y Rosario, registró una
caída interanual del 13% y una contracción del 30% en las exportaciones
(sobre todo por la crisis del mercado brasileño), con suspensiones de
personal en Renault y Fiat.
El sector de la construcción retrocedió
un 5% en Santa Fe, un 9% en Córdoba y un 19% en Entre Ríos (entre enero y
julio), según los datos de la Universidad Austral.
Fuente: Diario Clarín.