Así lo manifestó Ángel Girardi al ser consultado por el pasado,
presente y futuro de la ganadería argentina. Como si esto fuera poco, en
diálogo exclusivo, el referente del sector habló de todo.
Carlos Misuraca, de Agrofy News, dialogó en exclusiva con el presidente de la Asociación Productores de Carne Bovina Argentina (Aprocaboa), Ángel Girardi y le preguntó de todo.
Para empezar, el referente del sector de la carne fue consultado por el presente y futuro del sector y, realmente, fue tajante: “Antes Argentina que tenía forma de costeleta pero nos daban bifes a cada rato; hoy veo un país que mantiene esa forma de costeleta pero requiere ser llenada”, sostuvo, al momento que añadía: “Nos están faltando vacas, terneros y las dos generaciones que se fueron: los hombres de campo y las vacas”.
Sin embargo, y de acuerdo a los dichos de Girardi, este inconveniente no se revierte de un día para el otro ni por “obra y gracia del Espíritu Santo”. Y explicó: “Se requiere un proceso lento y creíble. No va a cambiar la historia repentinamente de un gobierno a otro. Tengamos en cuenta que venimos de 10 años de un ciclo ‘minero’, donde lo único que se hacía era sacar, sacar y sacar. Es importante comprender que el vientre materno lleva el ternero 9 meses, criarlo al pie de la madre demora 6 meses y engordarlo, otros 14 o 15 meses”.
¿Y la confianza que perdimos? Ante este interrogante Girardi fue más que optimista: “Recuperar la confianza es difícil en un producto general pero no para el caso de la carne; por eso tenemos que seguir para adelante y aprovechar esta oportunidad que nos da la carne argentina porque es un speciality y no un commodity. Tal es así, que nuestros competidores venden usando nuestro apellido”, afirmó en diálogo con Misuraca y ejemplificó el caso de Brasil que vende carne bajo la denominación “Sudamericana” o “Pampeana”.
“Cuando Argentina se consolide en el mundo, no habrá quién la desplace”, explicó, pero fue cauto: “Debemos ser conscientes de que hoy no tenemos novillos, no tenemos frigoríficos con capacidad de faena y no tenemos hombres que vayan a trabajar al campo, que conozcan el trabajo ganadero: no hay oficios claves como alambrador, domador o molinero”.
Para empezar, el referente del sector de la carne fue consultado por el presente y futuro del sector y, realmente, fue tajante: “Antes Argentina que tenía forma de costeleta pero nos daban bifes a cada rato; hoy veo un país que mantiene esa forma de costeleta pero requiere ser llenada”, sostuvo, al momento que añadía: “Nos están faltando vacas, terneros y las dos generaciones que se fueron: los hombres de campo y las vacas”.
Sin embargo, y de acuerdo a los dichos de Girardi, este inconveniente no se revierte de un día para el otro ni por “obra y gracia del Espíritu Santo”. Y explicó: “Se requiere un proceso lento y creíble. No va a cambiar la historia repentinamente de un gobierno a otro. Tengamos en cuenta que venimos de 10 años de un ciclo ‘minero’, donde lo único que se hacía era sacar, sacar y sacar. Es importante comprender que el vientre materno lleva el ternero 9 meses, criarlo al pie de la madre demora 6 meses y engordarlo, otros 14 o 15 meses”.
La vuelta al mundo
En este sentido, el presidente de Aprocaboa, insistió en la necesidad de “mirar con más ganas” a la exportación. “El consumo interno no se va a ver perjudicado en la medida en que enseñemos a los consumidores a comer verdadera carne, aumentar el peso de faena y llevar a que cada corte se pague mejor. Ese es el ABC de la ganadería en nuestro país”, manifestó.¿Y la confianza que perdimos? Ante este interrogante Girardi fue más que optimista: “Recuperar la confianza es difícil en un producto general pero no para el caso de la carne; por eso tenemos que seguir para adelante y aprovechar esta oportunidad que nos da la carne argentina porque es un speciality y no un commodity. Tal es así, que nuestros competidores venden usando nuestro apellido”, afirmó en diálogo con Misuraca y ejemplificó el caso de Brasil que vende carne bajo la denominación “Sudamericana” o “Pampeana”.
“Cuando Argentina se consolide en el mundo, no habrá quién la desplace”, explicó, pero fue cauto: “Debemos ser conscientes de que hoy no tenemos novillos, no tenemos frigoríficos con capacidad de faena y no tenemos hombres que vayan a trabajar al campo, que conozcan el trabajo ganadero: no hay oficios claves como alambrador, domador o molinero”.