La demanda mundial de soja, ¿un piso para los precios?

El informe bajista del Usda podría estar subestimando la demanda de la oleaginosa para crushing y sobreestimando la cosecha sudamericana.


Hace una semana, el informe mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) provocó un sacudón al proyectar una cosecha histórica de soja en ese país, que rápidamente fue leída como un impulso bajista para los precios
Sin embargo, hay ciertos factores que invitan a pensar que, si bien los valores tenderán a permanecer más bajos que en los meses anteriores, no perforarán un piso que se situaría en torno a los 350 dólares por tonelada.
¿Demanda subestimada?
Este análisis forma parte del artículo de opinión que semanalmente difunde el Centro de Gestión Agropecuaria de la Fundación Libertad y que esta semana fue elaborado por Patricio Lagger, responsable de Análisis de Mercado en BLD SA.
Uno de los primeros aspectos que cuestiona Lagger es que el Usda parece subestimar la demanda que tendrá la oleaginosa, un error que ya cometió el año pasado, cuando pronosticó que los stocks se situarían en torno a 85 millones de toneladas, y finalmente cerraron la campaña 2015/16 en 72,9 millones.
“Si bien es cierto que en el medio de todo este proceso la oferta mundial terminó siendo menor por las pérdidas en Sudamérica, resulta interesante destacar que la demanda mundial de crushing y exportación fue subestimada en casi 13 millones de toneladas. De hecho, la demanda para crushing creció en los últimos tres años a un promedio de 6,4 por ciento anual, nunca por debajo de cinco por ciento. Para la nueva campaña, se estima un incremento en dicha variable de cuatro por ciento”, agrega Lagger.
¿Y la oferta sudamericana?
Otra pregunta que surge es si Sudamérica podrá cumplir con las 57 millones de toneladas para Argentina y las 101 millones de toneladas para Brasil que se están pronosticando, debido a que; si bien las probabilidades de un año Niña son cada vez más débiles, lo mismo se espera una cifra de precipitaciones inferior a lo normal para el próximo ciclo.
Además, al menos en el caso argentino, la mayor siembra que se aguarda de maíz impactaría en una menor superficie para soja. “Si el área cosechada se contrae hasta 19 millones de has (300 mil hectáreas menos que el año pasado según el Ministerio de Agroindustria), estaríamos requiriendo un rinde de 30 quintales por hectárea promedio para alcanzar la estimación del Usda. Sólo el año pasado se superó ese rinde promedio, siendo un año de producción record”, advierte Lagger.
¿Cuál es el piso?
Desde este punto de vista es que el analista asegura que no debe sorprender la dificultad que muestra la oleaginosa para perforar los 345 dólares por tonelada, incluso luego de que el Usda confirmase una cosecha de 114 millones de toneladas para Estados Unidos, con un rinde promedio de 34 quintales por hectárea, un hito en la historia de dicho país.
“Si bien es cierto que estacionalmente los precios mínimos suelen encontrarse en octubre para la soja, es muy probable que hayamos tocado los precios más bajos de lo que queda del año”, agrega en tal sentido Lagger.
¿Vender o no vender?
Por eso, este especialista coincide con lo planteado por su par de la consultora Nóvitas, Diego de la Puente, que en la Jornada + Maíz sugirió esperar para vender la soja disponible.
“Los productores que mantengan soja de la actual campaña sin precio firme, bien pueden esperar a que dichos pisos se terminen de confirmar, sabiendo que nos queda por delante el desarrollo del mercado climático en Sudamérica en los próximos meses. Incluso las señales del mercado local invitan a postergar ventas del disponible hacia noviembre y enero, con pases de 6 y 10 dólares por tonelada respectivamente, algo inusitado para esta época del año”, recomienda Lagger.
Y agrega: “Una posibilidad para cubrir precios hacia el verano es vender Soja Enero y comprar CALLs de Soja Chicago Marzo (se pueden comprar CALLs cercanos a 400 dólares la tonelada por cinco dólares la tonelada a través de Rofex). Parece ser una buena alternativa en tanto la soja local está relativamente cara respecto de Chicago, siendo que este año las fábricas han estado pagando precios de contra-margen anticipadamente”.
En tanto, sostiene que “más vidriosa puede ser la perspectiva de la soja para mayo del año próximo, toda vez que persiste la incertidumbre respecto a una quita de cinco puntos de retenciones. El impacto no es menor ya que a los precios FOB actuales, dicha quita representa 18,5 dólares por tonelada. Sin quita de retenciones, la soja mayo debería arrojar un FAS teórico para la exportación de 248 dólares la tonelada, siendo altamente probable que los valores se ubiquen más cerca de los 240 dólares en plena cosecha”.
“Pero también podemos prever que incluso con un anuncio de quita más cerca de la cosecha, los precios de venta tienen un margen más acotado para remontar. Es difícil saber hasta qué punto los precios internacionales pueden compensar el impacto fiscal sobre la soja una vez que se sepa cuál va a ser la decisión. Lo que sí sabemos es que los márgenes agropecuarios lucen atractivos para la soja a valores de 255 dólares la tonelada, razón por la cual es aconsejable ir cubriendo costos ante la posibilidad de un cambio adverso en la política de retenciones del gobierno”, concluye Lagger.

Redacción Agrovoz