Los productores cordobeses dicen que se inundaron 8 veces en los
últimos 3 años. Piden estudios hídricos en las cuencas y nuevos canales.
Los productores del centro y el sudeste
de Córdoba hace tres años que se inundan, con fuertes pérdidas en sus
tambos, potreros ganaderos y lotes agrícolas. Hay más de 4 millones de
hectáreas -el 40% de la superficie productiva de esta provincia- que
entran en crisis con lluvias que antes eran normales y lo que más los
preocupa es la incertidumbre: aseguran que todavía no cuentan con un
estudio hídrico en profundidad y que sea el eje de las obras que
necesitan para mitigar las precipitaciones intensas y gestionar la
dinámica del agua.
En un tambo cercano a Las Varillas,
Lucas Marenchi se inundó 8 veces en los últimos dos años y medio. “En
270 hectáreas ordeñábamos 7.000 litros de leche por día y ahora apenas
llegamos a los 1.600 litros. Se me murieron más de 500 animales por
hipotermia y falta de alimento”, le contó a Clarín Rural.
La familia de Marenchi conoce bien su
zona. Dicen que en los últimos 90 años solo se habían inundado una vez
en la década del 70 y otra en los 80’. Fueron situaciones
extraordinarias pero ahora cada vez que llueve los lotes se llenan de
agua y todavía nadie sabe explicar bien por qué.
Lo mismo dice Paola Paravarosco, que
administra campos cerca de Las Varillas. “Yo tuve que cerrar un tambo el
año pasado por las constantes inundaciones. Desde el 2013 estamos
jaqueados por el agua. Antes te caían 300 milímetros y en una semana o
15 días la situación se normalizaba. Ahora estamos meses con los campos
anegados”, advirtió.
En este contexto, las pérdidas son
enormes y está amenazada la continuidad de muchos establecimientos
productivos. “Estamos quebrados. No vendemos el tambo porque en este
contexto no vale nada y hay mucha gente que está igual que nosotros”, se
sinceró Marenchi.
Los productores tienen varias hipótesis.
Algunos creen que el desmonte al pie de las sierras, donde comienzan
muchas cuencas, para hacer agricultura puede haber influido. Otros ponen
el foco en los cambios en el uso del suelo. El modelo agrícola de los
últimos años, muy volcado al refugio en la soja por un escenario
económico y comercial que “castigaba” a los cereales, está lejos de ser
el ideal para “consumir” los excesos hídricos. La siembra directa, que
favorece la retención de agua en el perfil del suelo, es otra variable
que se está analizando.
Los especialistas del INTA les dijeron a
los productores que las lluvias, salvo en algunos casos puntuales (por
ejemplo el diluvio de abril) no están significativamente por encima de
las medias históricas, aunque si son más frecuentes los eventos
extremos, que descargan mucha agua en pocas horas.
Paravarosco sospecha que no se está
gestionando bien la dinámica del agua en la cuenca Pampayasta, en la que
influye el dique Piedras Moras cerca de Río Tercero. Los productores
también denuncian que falta mantenimiento en canales como el San
Antonio, que está en el límite provincial con Santa Fe y es clave para
llevar el agua a la cuenca del río Carcarañá que desemboca en el sistema
del Paraná. “La falta de obras es un punto central. Hace 30 años que no
se actualiza en serio la infraestructura de canales”, agregó Marenchi.
Más al sur, en Cavanagh, Liliana Broda
reclama estudios hídricos de fondo. “La verdad es que no tenemos un
diagnóstico y es eso lo primero que le estamos exigiendo al Gobierno de
Córdoba. Sin esa base técnica no podemos saber si las obras que se hacen
sirven”, planteó esta productora que se hizo famosa porque le escribió
una carta a Ricardo Buryaile, ministro de Agroindustria.
“Le conté que nuestro empleado, que era
un recurso muy valioso, se tuvo que ir porque no podía vivir con su
familia con un campo que permanentemente està inundado. Mi mamá tiene 90
años y nunca vio esta zona así”, aseguró.
En este lugar, uno de las principales
dificultades es el desborde de la laguna La Blanqueada. A pesar de que
hace más de tres meses que no se registran lluvias importantes, la ruta
12 sigue cortada por el agua entre Cavanagh y Corral de Bustos.
Hace unos días, un grupo de productores
del sudeste cordobés se reunió con Pablo Bereciartua, subsecretario de
Recursos Hídricos del Gobierno nacional. “Tenemos muy buen diálogo y
están preocupados, pero necesitamos que el Gobierno provincial avance
con un diagnóstico y un plan de obras para que la Nación pueda ayudar”,
explicó Paravarosco.
“El agua que tenemos no es solo de lluvias, está pasando otra cosa y queremos que lo estudien bien”, insistió Marenchi.
Los productores no están reclamando
obras solo para sacarse de encima el agua, la idea es avanzar hacia una
gestión integrada de los recursos hídricos; es decir una planificación
seria que también sirva para almacenar y cuidar el agua cuando hay
sequía, como puede suceder esta campaña si se cumplen los pronósticos de
un año bajo la influencia del fenómeno de La Niña.
Las inundaciones, que afectan a seis
departamentos cordobeses (San Justo, Unión, San Martín, Río Segundo,
Tercero Arriba y Marcos Juárez), además de provocaron fuertes pérdidas
económicas también obligaron a cerrar durante meses a 23 escuelas
rurales que quedaban aisladas por que se inundaban los caminos o
directamente las instalaciones. Algunos de estos establecimientos
todavía no pudieron abrir sus puertas.
Fuente Clarin