“Las subas de costos y los bajos precios que percibe el productor por litro están haciendo desaparecer a tambos en las principales regiones donde se desarrolla el sector”, alertó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came).
La entidad hizo esta advertencia a través de una circular generada luego de una reunión de su mesa de productores lecheros realizada en San Miguel de Tucumán.
En la misma, Came pide “declarar la emergencia del sector lácteo” y solicita a las autoridades nacionales que defina “políticas sectoriales que permitan una recuperación de la rentabilidad perdida”, porque “es la única forma de devolverle la sustentabilidad y evitar los reclamos constantes”.
“El Estado debe desarrollar políticas para salvar la lechería y garantizar los miles de empleos en los pueblos del interior del país. Con esta coyuntura, es cada vez mayor la cantidad de tamberos que migran a las ciudades por el cierre de su comercio”, destaca esta asociación de pymes.
Propuestas
En ese marco, la Confederación enumera una serie de herramientas que considera podrían servir para sacar a la lechería de la crisis y que se pueden resumir en cinco propuestas:
1) Incentivos fiscales. Came sugiere “mantener la quita de las retenciones al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y Ganancias con la finalidad de mantener el capital de trabajo”. Sobre ese punto, la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) justo este lunes extendió hasta fin de año su incentivo para los tambos. Además, la entidad pide que “los tres niveles gubernamentales (Nación, Provincias y Municipios) reintegren a la cadena parte de los impuestos y tasas que hoy perciben por la actividad”.
2) Más precio, sin subsidios. Para Came, “si bien el precio del litro de leche que percibe el tambero en dólares es histórico, no cubre los costos de producción”. Por eso, propone que se disponga que los productores reciban un monto adicional al precio, pero reconoce que “el mismo no debe ser aportado por el Estado como subsidio, sino por los actores de la cadena de valor, con la finalidad de recomponer la ecuación de rentabilidad de distintas fases productivas”.
3) Más competencia. La entidad confederada también hace hincapié en la gran concentración del mercado, con seis empresas que tienen el 60 por ciento, y centenares de pymes que canalizan el 40 por ciento restante. “Estas usinas al no contar con los instrumentos y las estructuras necesarias para exportar, vuelcan al mercado interno su mercadería procesada, provocando una caída de precios de la materia prima. Por ello es necesario una adecuada reglamentación de la flamante Ley 27.264, conocida como Ley Pyme, para acompañar a las pequeñas y medianas empresas en todo su desarrollo, ya sean de sector productivo, agroindustrial o comercial”, subrayan desde Came.
4) Ente público-privado. Para lograr los fines antes mencionados, Came sostiene que “es necesario crear un ente público-privado para el desarrollo de este sector, que no sólo debe realizar un análisis estructural de la actividad sino también permitir la planificación, ejecución y control de un plan de acción”. Según la entidad, “así se podrá mejorar la distribución de la renta entre el sector primario, industrial, comercial y el propio Gobierno, proponiendo herramientas de libre equilibrio en los mercados para que no ocurran los problemas de falta o sobreoferta del comercio interno, buscando el progreso sustentable de la actividad en beneficio de la sociedad en su conjunto”.
La entidad hizo esta advertencia a través de una circular generada luego de una reunión de su mesa de productores lecheros realizada en San Miguel de Tucumán.
En la misma, Came pide “declarar la emergencia del sector lácteo” y solicita a las autoridades nacionales que defina “políticas sectoriales que permitan una recuperación de la rentabilidad perdida”, porque “es la única forma de devolverle la sustentabilidad y evitar los reclamos constantes”.
“El Estado debe desarrollar políticas para salvar la lechería y garantizar los miles de empleos en los pueblos del interior del país. Con esta coyuntura, es cada vez mayor la cantidad de tamberos que migran a las ciudades por el cierre de su comercio”, destaca esta asociación de pymes.
Propuestas
En ese marco, la Confederación enumera una serie de herramientas que considera podrían servir para sacar a la lechería de la crisis y que se pueden resumir en cinco propuestas:
1) Incentivos fiscales. Came sugiere “mantener la quita de las retenciones al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y Ganancias con la finalidad de mantener el capital de trabajo”. Sobre ese punto, la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) justo este lunes extendió hasta fin de año su incentivo para los tambos. Además, la entidad pide que “los tres niveles gubernamentales (Nación, Provincias y Municipios) reintegren a la cadena parte de los impuestos y tasas que hoy perciben por la actividad”.
2) Más precio, sin subsidios. Para Came, “si bien el precio del litro de leche que percibe el tambero en dólares es histórico, no cubre los costos de producción”. Por eso, propone que se disponga que los productores reciban un monto adicional al precio, pero reconoce que “el mismo no debe ser aportado por el Estado como subsidio, sino por los actores de la cadena de valor, con la finalidad de recomponer la ecuación de rentabilidad de distintas fases productivas”.
3) Más competencia. La entidad confederada también hace hincapié en la gran concentración del mercado, con seis empresas que tienen el 60 por ciento, y centenares de pymes que canalizan el 40 por ciento restante. “Estas usinas al no contar con los instrumentos y las estructuras necesarias para exportar, vuelcan al mercado interno su mercadería procesada, provocando una caída de precios de la materia prima. Por ello es necesario una adecuada reglamentación de la flamante Ley 27.264, conocida como Ley Pyme, para acompañar a las pequeñas y medianas empresas en todo su desarrollo, ya sean de sector productivo, agroindustrial o comercial”, subrayan desde Came.
4) Ente público-privado. Para lograr los fines antes mencionados, Came sostiene que “es necesario crear un ente público-privado para el desarrollo de este sector, que no sólo debe realizar un análisis estructural de la actividad sino también permitir la planificación, ejecución y control de un plan de acción”. Según la entidad, “así se podrá mejorar la distribución de la renta entre el sector primario, industrial, comercial y el propio Gobierno, proponiendo herramientas de libre equilibrio en los mercados para que no ocurran los problemas de falta o sobreoferta del comercio interno, buscando el progreso sustentable de la actividad en beneficio de la sociedad en su conjunto”.