Las lluvias amenazan las buenas perspectivas para trigo y maíz

Los últimos datos indican que se interrumpió la siembra de trigo a raíz del alto nivel de precipitaciones mientras que la recolección de maíz comienza a complicarse.

El clima, definitivamente, no será recordado como un aliado de los productores en la campaña 2015/16. Es que a la caída productiva y de calidad que sufrió la soja como consecuencia de los excesos hídricos, ahora se sumaron las últimas lluvias del fin de semana pasado que complicaron la siembra de trigo y ponen en riesgo el final de la cosecha de maíz.

En el caso de Córdoba, numerosos lectores de Agrovoz han aportado videos e imágenes de campos y caminos tapados por el agua en zonas como Las Varillas, Alicia, San Antonio de Litín, James Craik y Calchín Oeste, lo que llevó a que la Provincia decida extender la emergencia agropecuaria. Las fotos que ilustran esta nota corresponden a establecimientos de Las Varillas.


Siembra en jaque

El primer impacto sensible de estas nuevas precipitaciones, que continuarían en los próximos días, es que las expectativas de fuerte crecimiento en la siembra de trigo puedan no cumplirse.

Por caso, las Estimaciones Agrícolas Semanales del Ministerio de Agroindustria afirman, para el caso de Córdoba, que “comienza a demorarse la siembra en Laboulaye, en donde de persistir estas condiciones adversas podrían dejar de sembrarse los ciclos cortos y no alcanzarse las primeras estimaciones de aumento de superficie respecto al ciclo anterior”.

Lo mismo sucede en Marcos Juárez, donde podía quedar superficie sin implantarse. “La situación del perfil del suelo es crítica, los mismos no absorben más y se encuentran a capacidad de campo”, advierte el reporte. En la zona de Villa María, “durante esta última semana el clima no acompañó, debido a las intensas lluvias que agravaron más las limitantes en el tema piso”, agrega el informe.
CÓRDOBA. Los números del trigo para la campaña 2016/17

Para Agroindustria, en Córdoba ya se sembraron 1.241.740 hectáreas, el 88 por ciento de las 1,4 millones de hectáreas que, estima, se implantarán en la provincia.

El diagnóstico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su Panorama Agrícola Semanal, es similar: “El avance de las sembradoras sobre el centro y sur de Córdoba se demoró durante los últimos días como consecuencia de las precipitaciones registradas. La excesiva humedad y la presencia de napas próximas a la superficie obligaron a suspender la incorporación de nuevos lotes de trigo hasta que las condiciones mejoren”.


La Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, en cambio, enciende la alarma. En su informe semanal para la zona núcleo, afirma que “las lluvias vuelven a poner en jaque a la región” y “podrían precipitar el final de la siembra triguera”, dejando 150 mil hectpareas sin implantar, dentro de las 700 mil que se esperaban en la zona más productiva del país.

“Las lluvias del 24 al 28 de junio dejaron montos inéditos y superaron por lejos las medias mensuales. Las labores de siembra quedarán detenidas por 10 días. Los lotes que fueron sembrados antes de las lluvias están en riesgo de perderse”, afirma este reporte.

De todos modos, en el caso de Córdoba, la GEA asegura que los ingenieros alientan a continuar con las siembras hasta el 20 de julio porque consideran al trigo un aliado fundamental para reducir los excesos de agua en superficie.

Maíz frenado

El maíz, por su parte, venía esquivando los problemas debido al atraso de la cosecha de soja pero ahora podría comenzar a sentir el impacto de la humedad elevada. Según la GEA, “con el regreso de las tormentas a la región, llevará mucho más tiempo alcanzar las condiciones de cosecha. En la región los técnicos advierten que el retraso hará a las cañas más susceptibles de vuelcos”.

La Bolsa porteña agrega que la cosecha “volvió a sufrir interrupciones debido a las lluvias de variable intensidad relevada durante los días previos en amplias zonas de nuestra región agrícola”.


El Ministerio de Agroindustria estima que en Córdoba se levantó sólo el 47 por ciento del maíz, cuando a esta misma altura del año pasado el avance era del 65 por ciento.

Según el informe oficial, en Laboulaye aún restan levantarse varios lotes de siembra tardía y otros de segunda, debido a que la alta humedad del grano impide concluir la campaña. En tanto, en Marcos Juárez resta cosechar el maíz tardío y los lotes de segunda; en Río Cuarto no se pudo avanzar por la humedad y los cuadros tempranos muestran mucho daño; y en San Francisco las lluvias no permitieron seguir cosechando. En el departamento General San Martin se avanza muy lentamente con la trilla de este cultivo; y en Río Segundo y Tercero Arriba la situación es muy similar. Finalmente, en Santa María, el maíz temprano ya se cosechó, con un rendimiento promedio de 60 quintales por hectárea, pero queda la mayor parte que es el maíz de diciembre, el cual se estima con buenos rindes.

La soja sigue sufriendo

En cuanto a la soja, a nivel nacional la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que la recolección logró cubrir el 96,4 por ciento de la superficie apta, marcando un progreso intersemanal de sólo 1,4 puntos porcentuales y registrando un retraso interanual de -3,6 puntos. A valores reales, esto significa que aún hay 660.000 hectáreas que esperan ser recolectadas.

El panorama que plantea Agroindustria es preocupante. En Laboulaye, “las napas siguen aún altas y esto atenta contra cualquier labor. Poco fue el avance en Soja, en donde no se logra concluir con la trilla de los lotes de segunda. Puede quedar hasta un 10/15 por ciento de superficie por cosecharse y esto impide la liberación de máquinas para otros granos”.


En Marcos Juárez, en tanto, se estima que entre un 15 a 18 por ciento de la superficie no pudo recolectarse o se realizó con pérdidas de calidad y rendimiento de 60 a 80 por ciento; en Río Cuarto no pudo concluirse la cosecha por las lluvias y en la zona de Villa María quedan algunos lotes de soja de segunda, principalmente algunos bajos, lo que puede ser aproximadamente un dos por ciento del área.

“Durante la última semana casi no se ha podido avanzar con la trilla debido a que el clima no acompañó la actividad. Los lotes puntuales que faltan trillar presentan problemas de piso, los cuales se van evaluando, tratando de usar equipos de cosecha más livianos, o esperar, o en el último de los casos dejarlos sin trillar”, concluye el informe de Agroindustria.