En vez de grano, maíz exportado en carne, leche y bioenergía

Esta semana, la Asociación del Maíz y el Sorgo argentinos, más conocida como Maizar, celebrará su congreso anual, denominado Maíz y Sorgo, Motor del Cambio. Como representante de una cadena tan vapuleada por las políticas de los últimos años, su presidente, Aníbal Ivancich, dice que "el nuevo horizonte económico y político reconforta, porque el actual gobierno ha dado solución a dos de las cuatro grandes metas que habíamos consensuado en 2007: la defensa de los mercados transparentes, sin cuotificación ni cierres de exportaciones, y la eliminación de los derechos de exportación".

Según Ivancich, "la situación actual nos permite volver a nuestros objetivos de origen: la construcción de cadenas de valor altamente competitivas, con fuerte inserción en el interior de nuestro país y proyectadas al mundo".

Para explicar la importancia de pensar en términos de cadena de valor, el directivo traza una analogía con el rugby: "En los negocios a veces no se percibe lo que en los deportes es obvio: todos deben empujar hacia el mismo lado y conocer el rol del otro para colaborar en el fin común, que es ganar; quienes no saben jugar en equipo, no tienen logros".

Según el directivo, "para crecer, como sector y como país, necesitamos construir una estrategia común con metas que favorezcan a todos los eslabones, lo que implica capacidad de coordinación entre privados, el sector científico y tecnológico, el financiamiento y el sector público".
Paneles para todos los gustos

Un bloque de paneles del congreso tendrá la vista puesta en promover la transformación del maíz y el sorgo en carnes bovina, porcina y aviar; en huevos y ovoproductos, en diversos lácteos; en bioenergías, como etanol anhidro e hidratado y biogás; en bioplásticos.

"Hoy el país exporta un 70% del maíz como grano, y solo industrializa un 30%. Tenemos que invertir esta ecuación", sostiene Ivancich.


En esta línea, habrá paneles abocados a cada una de esas cadenas que integran Maizar, y otros donde se analizarán cuestiones que afectan la competitividad global, como la comercialización, la logística, el financiamiento, las nuevas tecnologías, la ecofisiología de los cultivos, el silaje, la nutrición animal y el riego del cultivo.

Por otra parte, el presidente de Maizar entiende que la apertura económica les abre oportunidades de agregar valor en el exterior, "pero también nos pone frente a nuevas complejidades, en un escenario internacional cambiante y competitivo". Para ello, el congreso prevé funcionar también como un ámbito para conocer y generar desde estrategias comunes con el sector público, hasta buen manejo de las tecnologías que se habilitan con internet móvil. Por eso tendrá desde expertos internacionales para brindar capacitación en uso de redes sociales, hasta la presentación de la Alianza por la Ciencia. Y la visita de Abramilho, NCGA y USGC -las entidades pares en Brasil y Estados Unidos-, con las que Maizar formó Maizall, un frente común para luchar contra las barreras comerciales y demás trabas al comercio.