¿Punto de inflexión ante salida a los mercados de deuda? NICOLÁS FERRER

La noticia de la autorización judicial por parte de la Cámara de Apelaciones de Nueva York con respecto a la posibilidad de que Argentina emita y pague deuda externa sirvió como puntapié a la acción compradora de activos argentinos, permitiendo recortar las pérdidas registradas en las últimas semanas.
En la jornada del miércoles, la Cámara de Apelaciones de Nueva York retiró las restricciones que impedían que Argentina finalice su proceso de liquidación de deuda con los holdouts a través de la emisión de nuevos títulos públicos. Con ello, el plan del Ministerio de Hacienda es iniciar la colocación de estos bonos – por hasta u$s 15.000 millones - a partir del próximo lunes, de manera de poder efectivizar el pago a los acreedores el día viernes 22. De acuerdo a Fitch Ratings, el vencimiento de estos nuevos títulos correspondería a los años 2021, 2026 y 2046.

Como consecuencia de ello, la calificadora de riesgo Moody’s decidió elevar la nota crediticia de Argentina desde “Caa1” a “B3”, citando como razón para ello mejoras en política económica, a su vez declarando que ve un panorama estable dadas expectativas de una continuación del proceso de reformas económicas y estabilización de reservas, sin dejar de considerar los formidables desafíos de controlar una inflación de dos dígitos y cerrar la brecha fiscal. Si bien dicha calificación aún representa un alto grado de riesgo y los flujos de capitales hacia países emergentes se tornaron negativos durante el año pasado, es un paso adelante hacia la posibilidad de atraer inversiones desde el exterior.

Esta circunstancia renovó el interés por los papeles listados en el mercado accionario local, con todos los componentes del Índice Merval mostrando saldos positivos en los últimos siete días. La plaza logró sostenerse por encima de los niveles registrados a fines del mes pasado, evadiendo así una toma de ganancias considerable. La performance relativa de los diferentes sectores no está fuera del libreto general evidenciado para 2016, con las petroleras (a excepción de Tenaris) y los bancos liderando el panel principal. Otra característica particular de la semana fue la divergencia establecida entre la evolución de dólar y aquella de Índice Merval, propia de un escenario donde se percibe a corto plazo una mayor oferta de divisas y demanda de activos de riesgo. 

En lo que hace a renta fija, la posibilidad de que las nuevas colocaciones de deuda marquen una pauta de rendimiento por debajo de la alcanzable entre títulos vigentes llevó a una mayor demanda de estos últimos. Coincidentemente,  la prima de riesgo de la deuda argentina (el “Riesgo País”) ha caído a su guarismo más bajo en casi una década (Ver gráfico). No obstante, los resultados de las colocaciones de la semana próxima resultarán indicativos de cuál es la percepción de riesgo existente en el mercado internacional con respecto a la solvencia del Tesoro de la Nación para afrontar la deuda soberana, la cual sólo mejorará en la medida en que los nuevos fondos permitan solucionar las deficiencias estructurales existentes en el presente.


En el plano de las colocaciones a corto plazo, el Banco Central ha decidido mantener la curva de tasas de Lebacs prácticamente sin cambios por cuarta semana consecutiva, sosteniendo así a raya la evolución del dólar. De resultar exitosa, la colocación de deuda podría finalmente marcar el punto de inflexión hacia un relajamiento de dicha política de succión monetaria. Las cauciones operadas a 7 días en el mercado de Rosario, por su parte, se mostraron como una alternativa muy atractiva, llegando a rendir en ocasiones más del 38%.


A nivel internacional, los índices globales postearon ganancias para la semana de manera generalizada. Los mercados norteamericanos se hicieron eco de nuevos máximos para el petróleo en lo que va del año, aunque el leve retroceso del mismo hacia el viernes y reportes de que Apple continuaría con un ritmo de producción reducida de sus teléfonos móviles durante el próximo trimestre pesaron sobre las acciones. El Índice Bovespa, ante el avance del proceso político que pretende destituir a su actual presidente, marcó nuevos máximos para el 2016, aunque sufrió un pequeño recorte ante tomas de ganancias.