Por lluvias se pierde casi 1 M de hectáreas de soja

Las amplias lluvias reportadas a lo largo del ciclo 2015/2016 causaron la pérdida de casi 1 millón de hectáreas dedicadas a la soja, un área que podría ser mayor.
  No obstante, los especialistas consultados coincidieron en que la producción podría evitar un recorte grave si el clima seco retorna pronto, ya que los altos rendimientos en zonas que no se vieron anegadas compensarían el área perdida.

El Ministerio de Agroindustria estimó el mes pasado que la cosecha podría alcanzar 60,9 millones de toneladas, mientras que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ha previsto 60 millones de toneladas, aunque dijo que ya relevó pérdidas para el cultivo.

"Si sigue lloviendo, puede ser un desastre", afirmó Stella Carballo, experta del Instituto Clima y Agua, que agregó que además de áreas que no podrán cosecharse habrá daños en la producción por enfermedades causadas por los excesos de humedad.

Actualmente, casi la mitad de los 20,5 millones de hectáreas sembrados con soja está golpeada por inundaciones y saturación de agua, lo que retrasó la cosecha de la oleaginosa.

Los excesos de humedad impiden que las cosechadoras entren a los campos, lo que en las últimas semanas derivó en un fuerte recorte de la oferta disponible que impulsó los precios locales.

Los expertos señalaron que es muy temprano para evaluar el nivel final de pérdidas, pero que al menos entre 800.000 y 900.000 hectáreas de soja no podrán ser recolectadas debido a las excesivas lluvias causadas por el fenómeno climático El Niño durante gran parte del ciclo 2015/2016.

"Estamos en una situación de mucha incertidumbre. Mientras más tarde cambie el clima, el daño va a ser más grave. Pero hay lugares que están muy bien y que están sosteniendo el número de cosecha", dijo Cristian Russo, ingeniero agrónomo y jefe de la oficina de estimaciones de la Bolsa de Rosario.

Se espera que las tormentas que están afectando casi sin pausa a regiones clave desde el inicio de abril continuarán al menos hasta el final de esta semana, lo que genera temores sobre la calidad de la cosecha de soja.

"El agricultor está preocupado no tanto porque vaya a perder tanto volumen, sino porque pierde calidad, con lo cual el acopiador le aplica una merma" de precio, dijo Eduardo Sierra, asesor climático de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Los excesos hídricos y las inundaciones por el desborde de ríos aledaños a regiones agrícolas también complican el traslado de granos, ya que muchos caminos rurales no están asfaltados. El lunes llegaron apenas 612 camiones de soja a los puertos de la zona del polo agroexportador de Rosario, muy por debajo de los 4.273 que ingresaron en similar fecha del año pasado.

Para esta época del año las terminales de la zona de influencia de Rosario deberían estar recibiendo a primera hora de la mañana más de 6.000 camiones cargados con granos. La semana pasada no superaron los 3.000 vehículos diarios. Y esta semana podrían no alcanzar la cifra de los 2.000. La consecuencia directa de eso es un progresivo retraso en la carga de buques, los cuales, al superar los tiempos programados, generan sobrecostos que luego deben ser afrontados por el sector agroindustrial, según publicó el portal especializado Valor Soja.

"Algunas vainas se están empezando a abrir y el grano queda expuesto a la humedad, es grano perdido", dijo Jorge Chemes, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas y productor de la provincia de Entre Ríos, una de las más afectadas.