Maíz le hizo frente a los embates externos

Localmente el maíz logra sostenerse, mientras que en soja la presión de la cosecha nueva es innegable, y en trigo estamos a la espera de que aparezca Brasil.
 La semana pasada, la mayor expectativa pasaba por el reporte del USDA (Departamento de Agricultura de EE.UU.) de intención de siembra, y el de stocks al 1 de marzo, pero resultaron muy negativos para el maíz y levemente positivos para trigo y soja. Sin embargo, localmente el maíz logra sostenerse, mientras que en soja la presión de la cosecha nueva es innegable, y en trigo estamos a la espera de que aparezca Brasil, pero ya con algunas señales positivas.
Los datos mostraron un área de maíz que estaría unos 2,3 millones de hectáreas por encima del año pasado. Esto superó lo esperado por el mercado en 1,4 millón de hectáreas e implica una oferta muy abultada de maíz, que se sumaría a stocks ya de por sí muy elevados. Pero este no fue el único dato negativo que el maíz tuvo digerir. Además las existencias salieron en 198,3 millones de toneladas, unas 200.000 toneladas más que lo esperado, lo que implica menor demanda que lo esperado.
Por otra parte, China anunció un cambio en su política maicera esta semana: dejará de subsidiar el precio del maíz almacenando grandes cantidades, a subsidiar al productor, y que el precio de maíz baje a niveles más en línea con los externos. Esto implica que los usuarios de maíz no tendrán necesidad de importar. De allí la demanda de DDG (residuo de la industria de etanol), sorgo y cebada.
Informes del USDA
Si bien Chicago bajó fuerte tras los reportes del USDA, localmente los precios de maíz se mantienen. Esto ocurre porque la Argentina está recibiendo mucha demanda externa en el corto plazo, con Brasil que tras exportar mucho el año pasado, se quedó sin maíz para empalmar campañas. Sin embargo, para julio todo esto cambiaría rápidamente, cuando llegue la safrinhia.
En lo que hace a soja, la intención de siembra sería 200.000 hectáreas menos que el año pasado. Si bien esto resultó una mayor reducción que la esperada, la variación no es tan significativa. En tanto el reporte de stocks mostró existencias de 41,7 millones de toneladas, casi 700.000 toneladas menos que lo esperado por el mercado. Esto implica que el consumo está más firme de lo que suponíamos.
Pero además los aceites siguieron mostrando una potencia inusitada, lo que llevó a los fondos a seguir comprando. Tengamos presente que los fondos pueden ser un arma de doble filo ya que en algún momento tomarán ganancias.
Pensando hacia más adelante, tanto el maíz como la soja tendrán que pasar el mercado climático norteamericano, que en algún momento pondrá nerviosos a los traders. Y algo que los analistas norteamericanos no están mirando, y que va a ser un elemento muy importante más adelante, es que en la Argentina la soja podría caer 1 a 2 millones de hectáreas y el maíz subir 1 a 1,5 millón de hectáreas. Esto sería muy alcista para soja y moderadamente negativo para el maíz, pero sumando a una seguidilla de malos presagios.
Finalmente, el trigo. Este cultivo no recibe tanta influencia de los fundamentos externos, donde ciertamente hay elementos positivos. Lo importante es si Brasil aparecerá, cuándo y si se llevará el trigo de baja proteína de la Argentina.
Hasta fines de febrero el trigo argentino puesto en los molinos brasileños resultaba más caro que el trigo local. Por esto no tenía lógica que importaran. Sin embargo, al momento el trigo argentino estaría llegando puesto en los molinos de Brasil hasta un 7% más barato que el local. Esto abrirá el apetito Brasileño, que ya añadió que no tendría problemas para manejar la calidad.