El Usda, con leves ajustes. Pablo Adreani

Los ajustes efectuados por el Usda esta semana en su balance de oferta y demanda 2014/15 son más testimoniales que de efecto real sobre los mercados. Se trata de ajustes en la producción, saldos exportables e importación de los países más relevantes, y cuya campaña comercial en esta época del año ya está jugada.

Veamos el caso del maíz: el único cambio de relevancia fue una reducción en 500 mil toneladas en la producción de Sudáfrica; baja de siete a 6,5 millones de toneladas y aumenta sus importaciones en la misma proporción, de tres a 3,5 millones de toneladas.

En el caso de la soja, mantuvo en el freezer las producciones en Estados Unidos (106,93 millones), en Brasil (100 millones) y en Argentina (58,5 millones). En cambio, por el lado de la demanda, las importaciones de China, principal comprador del mundo, aumentaron al récord de 82 millones de toneladas, contra 80,5 millones del mes anterior y 78,35 millones de la campaña pasada 2013/14.

Así planteados los números, el mercado está siguiendo sus fundamentals locales en sus respectivos balances de oferta y demanda, en cada uno de los principales países productores y exportadores.

En nuestro mercado de trigo se están produciendo cambios con respecto a las expectativas que se tenían tan solo una semana atrás. Estamos viendo que la exportación está casi retirada de la compra de trigos de calidad y concentra su demanda en los trigos condiciones cámara, y tal vez esperando el ingreso de los molinos de Brasil.

Los molinos de la Argentina están muy activos comprando trigo con distintas exigencias de proteína y gluten. El precio de un trigo artículo 12 arranca con un precio de 2.100 pesos la tonelada. Si saltamos a un trigo con 20 por ciento mínimo de gluten, el precio mejora a 2.400 y si hablamos de 24 por ciento de gluten se llega a los 2.600 pesos. Hay un dato a tener en cuenta: este año la calidad se paga, pues la mayoría de los trigos resultaron pobres de calidad, con muy bajo peso hectolítrico y bajo nivel de proteínas. En el caso de que en la próxima campaña no existan problemas con la calidad, es muy probable que muy pocos compradores paguen o bonifiquen calidad como lo están haciendo este año. Como tendencia vemos que el mercado consolida un “carry” (suba) muy importante con ganancias de 18 dólares entre la posición septiembre a 160 dólares la tonelada y la posición marzo, que cerró a mitad de semana a 142 dólares.

En el caso del maíz, el mercado ya entro en full ambiente de cosecha nueva. Hacia mediados de febrero, el maíz disponible llegó a pagarse hasta 157 dólares y hoy esa misma posición se está pagando en el Matba 145 dólares. Y, en el caso de la posición julio, el cierre indica un valor de 141,5 dólares, mientras que en el mercado forward la posición julio está cotizando a 138 para entrega sobre Arroyo Seco, Timbúes y Rosario.

El riesgo de corto plazo es que el maíz disponible aterrice en el nivel de los 140 dólares y luego perfore este piso. Todo depende de cómo se comporte el clima durante la cosecha, pues muchos productores que están cosechando ahora no tomaron la precaución de vender futuro en forma anticipada y tienen que salir a vender sobre la cosecha al precio de mercado y no al mayor precio que podrían haber vendido apenas unas semanas atrás.

Esta es una lección para los “no-vendedores de futuros”, hay que vender cuando el precio es bueno y cuando permite cerrar uno de los márgenes más altos de toda la historia reciente. No hay que vender sobre la necesidad de cash en la cosecha; a partir de ahora, los productores que decidan ser solo productores y no empresarios tendrán grandes chances de perder no solo oportunidades de vender a buenos precios sino también dólares.

El caso de la soja ya lo hemos analizado mucho: el disponible en el Matba cerró a mitad de semana a 227 dólares, una fuerte baja con respecto a la jornada anterior (232,5).