Por
segunda semana consecutiva el grueso de las principales plazas
accionarias del mundo finalizaron en terreno positivo, encontrado, no
obstante, dificultades para quebrar niveles de resistencia de principios
de año. Más allá de los avances realizados hacia acuerdos de producción
entre los exportadores de petróleo más sobresalientes, los fundamentals
de la economía global no han mostrado considerables cambios, dejando
vigente la sensación de que el rally podría rápidamente esfumarse ante
una toma de ganancias.
Las
autoridades monetarias mantienen su discurso afirmando la vigencia de
cierto margen para operar en términos de asegurar mayor liquidez - con
el director del PBOC, Zhou Xiaochuan, reafirmando esta postura durante
un simposio del G-20. No obstante, se mantiene la ambigüedad respecto a
lo que ello podría implicar en términos cambiarios. El yuan se ha
depreciado un 3% frente al dólar desde su inclusión entre las DEG
(derechos especiales de giro) del FMI a partir de octubre pasado. Si
bien puede no parecer una caída considerable, la persistencia de dicha
tendencia se magnifica en relevancia al considerar que China representa
un alrededor más de un 12% de las exportaciones globales y algo más de
un 10% de las importaciones. A pesar de estas declaraciones, el índice
compuesto de Shanghai Shenzen mostró un retroceso superior al 3%,
siendo, junto al Bovespa, los únicos que no mostraron un comportamiento
sensiblemente alcista.
Los
mercados norteamericanos encontraron un impulso adicional la jornada
del viernes con la publicación de un incremento interanual del 1% en el
PBI de los EE.UU. durante el último semestre del 2015, muy por encima
del recorte hacia 0,4% estimado por los analistas. Dicha alza se debió
fundamentalmente a un incremento en inventarios. No obstante, el gasto
en consumo habría mostrado un repunte durante enero, creciendo un 0,5%
en dicho período, su mayor suba en los últimos diez meses. Ello vino de
la mano con un incremento mayor al esperado de la tasa de inflación, lo
cual avala expectativas de mayores chances de una nueva alza de las
tasas de interés durante el corriente año. Con ello, el S&P 500 y al
DJIA finalizar la semana con ganancias de 1,6% y 1,5% respectivamente,
apoyándose en el desempeño de algunas de las empresas de mayor
capitalización.
Los
papeles locales tuvieron una performance inmejorable. El Merval logró
su mayor alza semanal desde fines del mes pasado, y dos de sus
componentes (Tenaris y Edenor) pasaron a registrar un saldo positivo
para lo que va del año. Justamente fueron las más aletargadas las
acciones más ganadoras: Aluar (+18,6%), Siderar (+13,4%) y Petrobras
Brasil (+13,3) lideraron el alza. Estas subas deben relativizarse en la
medida en que gran parte de su sustento posee un carácter nominal
relacionado con el sensible incremento del valor del dólar, de un 2,7%
para la semana.
Los
títulos de deuda del Gobierno Nacional denominados en dólares también
se hicieron eco de esta depreciación en la moneda. El Bonar X (también
conocido como AA17) registró una suba del 2,56%, mientras que los Bonar
con vencimiento en 2020 y 2024 mostraron un alza en su precio del 3,19% y
1,7% respectivamente. El Banco Central tuvo que intervenir activamente
para evitar una caída superior del peso, a la vez que convalidó tasas
más altas en su última licitación de Lebacs con respecto a la semana
anterior. La necesidad de continuar aplicando este tipo de medidas
depende en gran parte de una rápida resolución del conflicto con los
holdouts, la cual si bien se avizora, podría no estar exenta de
conflictos que la aplacen.