Emitirán bonos por cerca de US$ 12.000 millones para pagarle a los holdouts

El plan oficial contempla para este año colocaciones en el mercado local y en el exterior, una vez que se cierre el acuerdo con los bonistas que siguen en default.
 
El Gobierno planea emitir bonos por cerca de US$ 12.000 millones para pagarle a los fondos buitre y combinar en su programa financiero del 2016 colocaciones en el mercado local y en el exterior.

Así lo explicaron a LA NACION fuentes oficiales, que aclararon que, aunque algunos bonistas no acepten finalmente el acuerdo con el Gobierno, "ya no tendrán poder de fuego".

Aunque hasta ahora se venía hablando de una emisión de US$ 15.000 millones, las cuentas en la Secretaría de Finanzas arrojan un número menor: de 10 mil a 12 mil millones de dólares para salir del default.

"De los US$ 6000 millones que no ingresaron a los canjes, hay unos US$ 1500 millones que no hicieron juicio; pero a eso hay que agregar lo acordado con los bonistas italianos, por lo que la suma total rondará entre 10 y 12 mil millones", explicó la fuente.

Si bien trascendió que pensaban emitir tres bonos (a 5, 10 y 30 años), la idea es tener toda la flexibilidad posible, por lo que si el mercado demanda un bono a 4 o a 7 años, también se colocarán títulos a esos plazos. "La Argentina tiene que construir una nueva curva", indicaron.

Sobre la evolución del precio de los bonos, admitieron que "desde que se conoció que el acuerdo estaba a punto de concretarse, los valores aflojaron", cumpliendo la premisa de que los mercados compran con el rumor y venden cuando las noticias se concretan.

La intención oficial es hacer un mix entre colocaciones en el mercado local y en el exterior, una vez que se concrete el acuerdo con los holdouts. "Cuanto mejor funcione la batalla contra la inflación, mejor nos irá en el mercado local y eso reduce la necesidad de financiamiento externo", afirmaron.

Pero todavía, como planteó el ministro Alfonso Prat-Gay, no hay que cantar victoria: hoy vence el plazo fijado por el juez Thomas Griesa para que los holdouts acepten la oferta argentina, como una de las dos condiciones fijadas para levantar las restricciones contra el país (la otra es la derogación de la ley cerrojo y la de pago soberano). Esto no significa, aclararon en Finanzas, que a partir de mañana cualquier otro bonista no pueda firmar el acuerdo, bajo las mismas condiciones.

Por otro lado, mañana Griesa escuchará a las partes para determinar si, efectivamente, se levantan las medidas cautelares y el país puede regularizar los pagos a los bonistas que entraron a los canjes del 2005 y 2010 y que no cobran desde 2014.