Jueves 14 de enero de 2016 14:54
Hay decenas de miles de hectáreas anegadas, rutas afectadas y caminos intransitables. Localidades ven las napas aflorar en calles y patios. Concentran esfuerzos para que no se inunden zonas urbanas.
Hay decenas de miles de hectáreas anegadas, rutas afectadas y caminos intransitables. Localidades ven las napas aflorar en calles y patios. Concentran esfuerzos para que no se inunden zonas urbanas.
Campos transformados en enormes lagunas,
agua en vez de cultivos en decenas de miles de hectáreas, pueblos que
levantan barricadas para que no les ingrese el agua, napas que afloran
en patios y calles de zonas urbanas, caminos rurales desaparecidos y
rutas anegadas, calles que se hunden, inmuebles que ceden porque el
suelo tiene más barro que tierra.
Así se pinta el cuadro que atraviesan
amplias regiones del sur y del sudeste de la provincia de Córdoba, por
los excesos hídricos provocados por la sucesión de lluvias del último
mes, agravado por la acumulación registrada del verano anterior que dejó
los suelos ya sin capacidad de absorción.
En el sudeste, la zona más comprometida
sigue siendo, desde hace semanas, la que rodea a las localidades de
Corral de Bustos, Baldissera, Guatimozín, Isla Verde y Cavanagh (en el
departamento Marcos Juárez). Unas 40 mil hectáreas están bajo agua en
esa región, en la que los caminos rurales se han tornado intransitables y
en muchos casos invisibles. En varias localidades ya han tenido
anegamientos en viviendas urbanas, aunque los esfuerzos están
concentrados en que la masa líquida no ingrese a los pueblos.
En esa zona, varias rutas tienen agua
sobre la calzada, representando un riesgo adicional para el tráfico,
cuando no deben ser cortadas. Por caso, la ruta 11, a la altura de
Pascanas, o la 12, cerca de Guatimozín, donde un accidente se cobró una
vida el martes pasado, al volcar un auto que cayó a una banquina con un
metro de agua de profundidad.
Otras áreas. Hacia el
sur, en los departamentos Río Cuarto, Juárez Celman, General Roca y
Roque Saénz Peña, hay varias áreas donde el agua avanza esta semana.
La situación también compromete a muchos
productores con sus campos inutilizados e inaccesibles y mantiene
alerta a varias localidades. El río Quinto también se ha desbordado,
agudizando dificultades.
En Jovita, por ejemplo, la amenaza de
que el agua ingrese a la ciudad está latente, mientras las napas
freáticas ya no soportan la presión y afloran del suelo, incluso
asomando por el pavimento en las calles. El agua de las napas, que suele
estar a un metro de profundidad, ya se toca con la superficie. Hay
varios casos ya de hundimientos de inmuebles. El municipio trata de
descomprimir las napas mediante el bombeo de agua.
Mientras, cerca, sobre la ruta 27 se
montó una guardia permanente para advertir cuando el agua supera el
asfalto y torna inseguro el tráfico.
Vicuña Mackenna ve amenaza desde varios
costados, por derivación desde amplias zonas rurales. Mientras, el
arroyo Ají luce desbordado y máquinas provinciales intentan ampliar
ahora su capacidad para desaguar. También allí se registran en Mackenna
hundimientos de calles, patios e inmuebles, por la suba de las napas. La
situación sanitaria se agrava en sectores sin cloacas, porque los pozos
negros colapsan.
También están en alerta en Del Campillo y
Villa Valeria, localidad desde la que esta semana ya resulta imposible
cruzar hacia Justo Daract (San Luis) por ruta 27.
La ruta 10, entre General Levalle y
Jovita, fue cortada hace una semana por una grieta abierta por el agua, y
es actualmente reparada por Vialidad Provincial. En Laboulaye, en
tanto, el municipio se declaró en emergencia hídrica, para subir el
alerta que evite inundaciones urbanas, luego de que desbordaran algunos
canales, mientras retira aguas mediante bombeo. En algunos barrios de
esa ciudad el agua aparece a punto de ingresar a viviendas. Desde su
Gobierno municipal se insistió en que para evitar problemas mayores
harían falta dos diques de contención más, cuya construcción se viene
reclamando a la Provincia.
Tambos y grietas. En
Huanchilla, los tambos llevan días sin poder retirar su producción.
Mientras, entre Chaján y Washington, la erosión hídrica abrió una enorme
cárcava que se transformó en un nuevo río temporario que atraviesa
kilómetros de campos.
“No hay cascos urbanos comprometidos” De
arriba. El ministro de Agricultura y Ganadería de la Provincia, Sergio
Busso, sobrevoló zonas afectadas por inundaciones del sur cordobés.
Luego ofreció una conferencia de prensa en Laboulaye. “Las lluvias han
causado inconvenientes en campos, aunque por suerte no observamos ningún
casco urbano comprometido, que es la prioridad en estos casos”, señaló
el ministro, oriundo de esa ciudad.
Gestiones. “Trabajando esta semana en
Buenos Aires con los ministros nacionales para la reunión de gabinete
que el presidente Macri hará en Córdoba el 26 de enero, uno de los temas
fue precisamente la situación que atraviesa el sur por las lluvias”,
manifestó Busso. “La idea es gestionar un fondo de emergencia, más allá
de lo que indican las leyes nacionales y provinciales, para poder
direccionar ayuda, sobre todo a los pequeños productores" anticipó
luego.