Marcos Juárez: las napas, en un nivel “peligrosísimo” para la producción

La profundidad freática cerró 2015 a poco más de medio metro de la superficie. A menos de un metro y medio, la situación ya es peligrosa, según técnicos del Inta Marcos Juárez.
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Por estas horas, las fotos de los campos inundados en el sudeste y sur de Córdoba se repiten en portales y medios de todo el país. Sin embargo, los problemas generados por las excesivas lluvias no se agotan sólo allí: también son numerosas las hectáreas que no están tapadas por el agua pero en las que las napas se ubican a un nivel que tornan casi imposible la producción.
Según el Informe agroclimático anual 2015 elaborado por la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Marcos Juárez del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), los campos en esa zona de la provincia cerraron con una profundidad freática de poco más de medio metro. Durante el año pasado, el pico fue agosto, cuando las napas llegaron a estar a sólo 30 centímetros de la superficie.
Uno de los autores del estudio, Pablo Bollatti, comentó a Agrovoz que “lo óptimo para producir en buenas condiciones es que las napas estén a 1,80 o dos metros de profundidad. En un año seco, a 1,50 metros ayudan. Pero en un año húmedo, a menos de esa distancia son peligrosas. Una lluvia de 100 milímetros te deja fuera de la producción. Y a menos de 80 centímetros es peligrosísimo”.
Lluvias excesivas
Bollatti fue quien obtuvo las imágenes aéreas que difundió la Asociación de Productores de Marcos Juárez y que reprodujo este medio. Esa entidad asegura que un 30 por ciento de unas 140.000 hectáreas en torno a esa ciudad están anegadas y Bollatti agregó que, según sus cálculos, se puede estimar que el 70 por ciento “en algún momento tuvo agua en la superficie”.
Los registros del observatorio meteorológico del Inta Marcos Juárez son elocuentes: en 2015, llovieron 1.128 milímetros, un 40,6 por ciento más que los 802 milímetros de 2014; y 24,5 por ciento más que el promedio 1970-2014 (906 milímetros). Y eso es sólo en la estación experimental: a 18 kilómetros al norte de la misma, el acumulado alcanzó los 1.608 milímetros; a 15 kilómetros al sur, los 1.343 milímetros.
A esto hay que sumar que la cantidad de horas de luz por día estuvo desde agosto por debajo de la media histórica; es decir, hubo menos tiempo de exposición de los campos al sol para poder secarse.
Estas variables climáticas profundizaron el proceso de ascenso de las napas, que según Bollatti acumulan 17 centímetros más por año en las últimas tres décadas. Más allá de las lluvias excesivas, este fenómeno también se intensificó en los últimos años producto de los cambios en el manejo del suelo: la soja absorbe menos agua que los otros cultivos y por eso su monocultivo también contribuyó a la situación que se vive en la actualidad.
Repercusión
La compleja situación que se vive en el sudeste y sur provincial fue reflejada por los informes semanales de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y el Sistema Integrado de Información Agropecuaria (Siiagro) del ministerio de Agroindustria.
En su relevamiento semanal para la zona núcleo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR cita palabras de productores de la zona de Monte Maíz: “Al suelo no le entra un milímetro más, está muy saturado, comprometiendo el estado de los cultivos”. Ese informe sostiene que hay bajos anegados con soja y manchones en el resto de los relieves. Además, donde no haya pérdidas totales, se estima que puede haber problemas con los rindes finales.
En ese marco, la GEA menciona el problema de las napas. “Los excesos están comprometiendo a los cultivos y el suelo sigue fuertemente saturado. En el sudeste cordobés, las escorrentías mantienen el nivel de napas al límite del colapso”, subraya este documento que estima una pérdida del ocho por ciento de los sembrados de soja en la zona núcleo.
El Informe Semanal del Siiagro, por su parte, ubica más de 50.000 hectáreas anegadas en zonas como Jovita y Onagoity del departamento General Roca, y en Melo, Villa Rossi, La Cesira y Laboulaye, en Roque Sáenz Peña. “Se relevan los cuadros en donde, de persistir los cultivos bajo el área, serán importantes las hectáreas perdidas. Hay municipios que han decretado la emergencia hídrica ante el ascenso de napas y la intransitabilidad de caminos”, menciona este reporte.
Hacia el departamento Marcos Juárez, el Siiagro calcula un 14 por ciento de las siembras afectadas y califica la situación de “gravísima”. “El tema agua causa mucha perdida de superficie y rindes potenciales. En el departamento Marcos Juárez pueden estimarse, entre afectadas y perdidas, un 14 por ciento de la superficie implantada. La situación es compleja dada por que los suelos en una amplia zona ya no pueden drenar el agua que reciben y la altura de las napas, muy cercanas a la superficie causan efectos en los rindes futuros y por supuesto pérdidas totales cuando el anegamiento es permanente”, sostiene el informe.
Y añade: “Hay una amplia zona afectada, con problemas severos de anegamiento. Localidades como Justiniano Posse, Isla Verde, Laborde, Wenceslao Escalante, Corral de Bustos, Cavanagh, Guatimozín, Marcos Juárez y Leones presentan una situación gravísima”.