Los
futuros de maíz en el mercado de Chicago acumularon pérdidas
significativas en las últimas dos semanas, afectados principalmente por
la elevada competencia que se observa en el mercado internacional. Las
buenas condiciones climáticas en Sudamérica y la debilidad del precio
del petróleo ejercieron presión adicional. La baja fue cercana al 5% y
afectó a todas las posiciones abiertas. En este contexto, el martes
29/12 los contratos con vencimiento en marzo -en la actualidad los más
negociados- alcanzaron un mínimo histórico de u$s 3,57/bu, cifra
equivalente a poco más de u$s 140/ton.
La
reacción de los productores norteamericanos fue retrasar aún más la
comercialización del cereal, el intento de forzar una recuperación de
los precios cuando se produzca la necesidad de los compradores. En los
últimos días la actividad comercial en el mercado de físico en Estados
Unidos fue muy limitada, agravada además por las dificultades que impone
la nieve en el norte y las inundaciones en el centro y sur del país. De
hecho, el martes se detuvo el tránsito de barcazas por el rio
Mississippi debido al alto nivel del agua en la zona de St. Louis, lo
que generó complicaciones logísticas y fortaleció las bases en algunas
localidades dependientes de la oferta por vía fluvial.
Los
primeros relevamientos de cara al informe trimestral del USDA del 12 de
enero plantean que el stock de maíz disponible en chacra al primer
trimestre de la cosecha alcanzará una magnitud realmente holgada, que
condicionará las estrategias comerciales de los farmers por el resto de
la campaña. Esta situación es producto principalmente del letargo que
muestra el sector exportador, que no está absorbiendo inventarios en la
misma proporción que otros años. El volumen de compromisos externos
acumulados desde el comienzo de la campaña llega a 19,5 M tn, un 25%
menos que a la misma altura del año pasado. De ese total los embarques
ya concretados llegan a 8,5 M tn frente a 11,4 a finales del 2014.
A
contramano de la exportación, el sector del etanol está trabajando con
mayor agresividad que en otros años. La producción del biocombustible en
Estados Unidos se mantiene en niveles cercanos al récord, mostrando un
avance interanual del 2,90% en los primeros cuatro meses de la campaña.
Aun así, el USDA estima que en el ciclo 2015/16 caerá la utilización de
maíz con esta finalidad. Esto se debe a que parte de la industria está
recurriendo al sorgo como materia prima, especialmente en el centro-sur
del país.
De
todos modos, el meollo de la tendencia bajista que se observa en los
precios es la débil competitividad de Estados Unidos en el mercado
internacional del cereal, en un momento del año en el que suele ser
fuerte debido a la reciente finalización de su cosecha y la ausencia de
oferentes alternativos con volumen significativo. Los precios FOB en el
Golfo de México a mitad de semana rondaban los u$s 164/ton para embarque
cercano, cayendo a u$s 156/ton en Argentina (zona Up River). En Brasil
(Paranaguá) los valores estaban transitoriamente al margen del mercado,
en torno a u$s 172/ton según el Consejo Internacional de Cereales. Las
exportaciones brasileñas despegaron a partir de septiembre y llegaron a
un récord histórico en octubre, perdiendo fuerza de allí en más.
Las
posibilidades de nuestro país de ofrecer maíz a valores sustancialmente
más bajos que el resto de los orígenes tradicionales obedece a la
ganancia de competitividad lograda tras la eliminación de los derechos
de exportación y el abandono de las restricciones para operar en el
mercado de cambios, medidas que generaron una mejora en los precios
recibidos por el productor y en la disposición a vender de los stocks
remanentes. Los exportadores se encontraron con un volumen significativo
del cereal ya adquirido en el mercado interno –alrededor de 4 M tn- y
que podrán exportar durante los próximos meses, antes del ingreso del
cereal de la cosecha 2015/16.
Los
precios del mercado doméstico fluctuaron en los últimos días alrededor
de $ 1.800/ton con descarga próxima sobre terminales del Up River. Dicha
cifra se ubica ligeramente por debajo de u$s 140/ton, pero presenta
margen de mejora para posiciones con entrega diferida, incluso en meses
de cosecha. En este segmento el rango de valores fluctúa entre u$s 142 y
145/ton. La caída que se espera en el volumen de producción respecto
del año pasado, que podría rondar el 10-15%, impide que el mercado
trabaje con un descuento en posiciones de la nueva campaña. Esta
situación también se ha observado en campañas anteriores.
Hasta
la semana pasada el sector exportador había declarado compras de maíz
nuevo por 2,3 M tn, menos de la mitad del volumen adquirido a la misma
altura del año pasado. Asimismo, se destaca que una proporción
relativamente pequeña –cerca del 17%- se había comprado bajo la
condición “a fijar precio”, mientras que en las operaciones forward de
la última campaña alrededor de dos tercios del total se había concertado
“a fijar”. Evidentemente, la mayor proporción de negocios a precio en
firme implica un cambio en las expectativas de mercado, mayormente
pesimistas. De hecho, la mejora interanual de los valores a cosecha no
llega al 10%. Esto significa que pese al alivio que significó la quita
de derechos de exportación del 20%, una parte sustancial del precio se
perdió en la tendencia bajista del mercado internacional.