La dinámica del petróleo: sello de un nuevo status-quo para los mercados. Nicolás Ferrer


Los principales índices continúan ampliando sus pérdidas para lo que va del 2016, mostrando señales de persistencia en la debilidad macroeconómica global que se había agudizado durante la segunda mitad del año anterior. El petróleo parece ser la variable estrella, con los futuros sobre barriles de WTI y Brent ajustando por debajo de los u$s 30 en la jornada del viernes, hecho inédito desde noviembre de 2003.
Esta coyuntura se refleja claramente en el panel líder del mercado local. Como se puede ver en el cuadro adjunto, los títulos más golpeados fueron justamente los relacionados con la industria petrolera, al igual que la de producción y procesamiento de minerales. Las energéticas no se quedaron muy por detrás, y si bien se habían logrado sostener hasta la jornada de hoy, ni siquiera las financieras pudieron escapar de la carnicería.
En el plano internacional la debacle adquiere proporciones realmente preocupantes. Si bien en términos absolutos los principales índices norteamericanos se encuentran lejos de sus picos previos a la crisis del 2008 (alrededor de 1550 puntos para el S&P 500, unos 14.100 para el Dow Jones), los retrocesos relativos para las últimas semanas son notables. La fuga de fondos ya no es exclusiva de mercados emergentes, y la demanda de renta se ve reflejada en los retornos operados tanto a nivel local como internacional.