Efecto combinado entre la quita de retenciones y la devaluación. ¿Cuánto pueden recuperar las ventas al exterior?
La situación de la industria exportadora de carne
vacuna ha cambiado drásticamente en pocos días. Entre la quita de
retenciones (15 por ciento) y la devaluación nominal del peso (40 por
ciento), la mejora en el tipo de cambio neto para la carne supera el 55
por ciento.
El precio del novillo ha bajado de 5,80 dólares por
kilo en gancho a 3,60 (-41 por ciento), que si bien nos ubica todavía
bien por encima de Brasil (2,50 dólares) o Paraguay (2,45 dólares), nos
acerca a Uruguay (3,15) o Australia (3,80 dólares). También, como
reflejo de la devaluación, ha mejorado el valor del cuero (+ 30 por
ciento), de las achuras y de los subproductos en general.
Otro escenario
Hasta
que se ajusten los salarios y los combustibles, la mejora en el tipo de
cambio licúa también esos gastos. Durante una década, debido al atraso
en el tipo de cambio, y al crecimiento de la masa salarial (en pesos y
en dólares), el valor que podía pagar el mercado interno por el novillo y
por la carne en dólares volvía inviable la exportación.En las últimas dos semanas se ha demostrado que el consumo -que todavía es determinante en la formación del precio de la hacienda- no puede llevar la mejora en el precio del novillo y de la carne al mostrador más allá del 25-30 por ciento; dado que la magnitud de la devaluación (+55 por ciento) supera largamente el incremento en el precio de la hacienda, la exportación vuelve a ser competitiva a la hora de comprar los novillos pesados, cuyo valor se parece ahora más al valor de la hacienda de consumo.
Más peso
El encarecimiento de los
granos, las perspectivas de recrías más largas y los precios
competitivos que ofrece por el novillo ahora la exportación, hacen
pensar a los representantes de este sector que en los próximos meses
muchísimos productores llevarán sus novillitos y novillos a pesos de
faena más elevados.Debe recordarse que este año se matarán en la Argentina 1,7 millones de terneros machos y 2,2 millones de novillitos, gran parte de los cuales pueden perfectamente ser llevados al peso de faena de exportación, unos 125 kilos la media res como mínimo.
La industria sabe que vendrán en los próximos meses importantes aumentos de salarios y aumentos significativos de la energía y de los combustibles, pero confía en que si la cotización del dólar es verdaderamente libre, se irá ajustando de acuerdo a la inflación y no perderá su nivel real actual.
Baja internacional
En los últimos
meses se observa en el mercado internacional de la carne vacuna un lento
pero persistente descenso de los precios, pero nuestro país no tendría
problemas en el corto plazo -en un mercado mundial calculado por el
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) en 10 millones
de toneladas- en pasar de las 15-17 mil toneladas embarcadas al mes a
las 25-30 mil toneladas mensuales.La inesperada magnitud de la devaluación, le ha dado a la exportación un poder de compra que permitiría en los próximos meses ser más competitivo en el mercado de hacienda en pie, quedando la duda de si este mayor poder de compra, una vez que se incrementen las ventas al exterior, no terminará arrastrando todo el mercado de hacienda. También hay que considerar que, en los próximos meses, y con otros números para la exportación, se abrirá un buen número de plantas frigoríficas hoy cerradas, lo que aumentará la presión sobre una oferta de novillos que en el corto plazo será reducida.