Sin hacer ruido, las entidades del agro cordobés mantienen contactos
con otras cámaras e instituciones con la idea de ensayar una fuerte
apertura.
Con una plataforma que, en sus inicios,
reconocería sólo una pata cordobesa, las gremiales del agro están
gestando sin demasiado ruido el día después de lo que fue la Mesa de
Enlace, el nucleamiento que cobijó a los productores durante los álgidos
tiempos del kirchnerismo en el poder.
Los dirigentes locales prefieren por el
momento mantener los pasos venideros detrás de las paredes de la
discreción. Pero ya ubican una fecha cierta en el calendario para hacer
pública una estrategia que, entienden, buscará amoldarse a los nuevos
aires y tiempos políticos: a mediados de febrero harían la presentación
en sociedad de una red que aglutinará a las entidades gremiales
agropecuarias cordobesas con otras cámaras e instituciones que actúan en
la vida empresarial y de la producción.
No bien asumieron las autoridades del
Gobierno nacional y en el Ministerio de Agroindustria, su titular
Ricardo Buryaile –un funcionario que proviene de las filas rurales– se
expidió sobre la nueva etapa: “El conflicto Gobierno-campo ya terminó;
tendremos un diálogo productivo con todos los sectores”, anunció.
Fuera de cualquier retórica, y basados
en la experiencia reciente, los dirigentes mediterráneos razonan que
llegó el momento de instalar una bisagra. En reuniones y gestiones,
concluyen que será necesario agregar masa crítica, ideas, dirigentes,
recursos. Y esto no sólo para interactuar con los poderes de turno. “La
sociedad exige otra visión, no tan sectorial”, diagnostican para
observar que las cadenas del agro conforman un peldaño fundamental en la
administración de recursos para la producción de alimentos y la salud
del planeta. Una verdad de Perogrullo, pero que vuelve a estar en foco
debido a sus implicancias económicas, sociales y ambientales. “Las
circunstancias políticas, económicas y sociales que siguieron al
conflicto desencadenado por la denominada Resolución 125 (casi ocho años
atrás) provocaron una crisis de representatividad que afectó a las
entidades gremiales del agro”, reconocía y alertaba Cartez en la previa
del último cambio en la mesa directiva de CRA. Lo que se está gestando
ahora en las tratativas cordobesas es que la mesa agroindustrial tomará
aires y volverá en febrero para mostrarse con nuevos fueros e
integrantes. Antecedentes no faltan, como los de la Comunidad
Agroalimentaria u otros ensayos nacionales como el Foro de la Cadena
Agroindustrial o el Foro de Convergencia Empresarial, que en 2015 expuso
lineamientos para una plataforma de gobierno ante los candidatos en la
carrera presidencial.
Pese a que reconocen que trabajan en
otro armado, en la dirigencia rural cordobesa prefieren no dar nómina de
las instituciones participantes. Querrían, antes que nada, prodigarse
un pie de igualdad y no colgarse paternidades en la iniciativa. Pero
prometen un lanzamiento y una presentación en sociedad en firme, a
mediados del mes próximo.