La
ilusión de un viraje de la política comercial externa hacia un planteo
más favorable a las empresas exportadoras en el corto plazo alienta la
suba de precios doméstica del poroto, mientras que las previsiones de
una cosecha superior a la que se esperaba limita las ganancias de la
soja en el mercado externo de referencia.
La
plaza descuenta un tipo de cambio más alto a partir del inminente
recambio presidencial, lo que en principio se lee como una oportunidad
de negocios para exigir mejores precios. Con esta premisa, y con
distintas actitudes de las fábricas -inicialmente reticentes a
convalidar nuevas mejoras en los precios, pero ya el jueves saliendo a
capturar lotes grandes con valores entre $2.350 y $2.400 por t-, los
vendedores que participan de la actividad de nuestro Recinto de granos
siguen aumentando sus pretensiones. Están exigiendo por grandes lotes
precios superiores a los $ 2.400/ton y pese a ello no sale mercadería.
La expectativa de devaluación hace que el incentivo a cerrar negocios
deba ser de gran magnitud o, de lo contrario, tiene efecto virtualmente
nulo.
Otra
modalidad de negocios que se ha hecho más regular en las últimas
jornadas consiste en cerrar acuerdos en dólares, de modo que el vendedor
se reserva la posibilidad de ganar algunos pesos adicionales con la
depreciación de la moneda local. En este segmento, los valores
escuchados para los lotes más abultados se encuentran entre los u$s 245 y
u$s 248 /t. Cuando el mercado físico no provee estas cotizaciones, se
intenta cerrar ventas a través de los mercados de futuro. De todas
formas, el arbitraje de los precios entre un segmento de mercado y otro
hace desvanecer estas oportunidades rápidamente.
De
cualquier modo, dejando de lado que aún es incierto qué medidas
específicas y con qué cronograma tomará el próximo gobierno, sí queda
claro que en caso que los precios domésticos repliquen la potencial suba
del tipo de cambio, la ventaja competitiva se evaporará (incluyendo
aquí el mayor tipo de cambio al que accederá el productor en caso de
ajustarse a la baja las retenciones). Ello impone un límite a las
potenciales ganancias de precios, especialmente de cara a un 2016 que,
en este sentido, se avizora complicado.
Por
otra parte, no hay que sacar la vista del inventario existente, nada
despreciable. Tal como puede verse en el cuadro de tapa, deduciendo las
compras acumuladas a principios de noviembre, habría unos 20 Mt de soja
disponibles según nuestros cálculos. MAGyP tendría un número mucho más
alto considerando que estima que la campaña 2014/15 quedaría con un
stock final de 17,2 Mt.
En efecto, el mercado global de commodities
agrícolas en general y de la soja en particular se encuentra amenazado
por varios frentes: 1) las buenas condiciones productivas del Hemisferio
Norte y las siembras récord del Hemisferio Sur mantendría holgadas las
disponibilidades de poroto a nivel global; 2) la cada vez más palpable
ajuste a la suba de la tasa de interés de referencia en EEUU apreciaría
el dólar en el mundo, quitando atractivo a las inversiones en los
mercados de commodities y a toda mercadería valuada en moneda
estadounidense; 3) una menor tasa de crecimiento de algunos de nuestros
principales socios comerciales, y muy especialmente de Brasil y China,
impondría complicaciones adicionales para la salud de nuestra .
Por
otro lado, de concretarse el ajuste al alza de las tasas de interés
locales que se rumorea acompañarían algunos programas de modificaciones
en el Mercado de Cambios, ello requerirá algún ajuste en los planes de
financiamiento a futuro, especialmente para aquellas explotaciones que
dependen del crédito para llevar adelante su producción.
En
lo que respecta al mercado internacional, el precio del futuro más
cercano de soja en Chicago cayó a su menor valor en seis años y medio,
sumando su 4° semana consecutiva en baja luego de conocerse el día
martes el nuevo informe mensual de estimaciones de oferta y demanda del
Ministerio de Agricultura estadounidense, donde la previsión de cosecha
para su nueva campaña ha quedado por encima de lo que descontaba el
mercado.
Según
el USDA, EEUU lograría levantar en la campaña 2015/16 un total de 108,3
millones de toneladas, un máximo histórico que superó con creces tanto
los 105,8 Mt que el organismo estimaba en el mes de octubre como los
106,5 Mt que, en promedio, el mercado esperaba ver en el nuevo reporte.
El rinde previsto por la oficina agrícola se encuentra ahora en un
récord de 32,48 qq./ha, muy por encima de los 31,94 qq previsto por los
operadores, al mismo tiempo que elevó su cálculo para el área cosechada.
Con
estos números, la suba del lado de la oferta ha superado el incremento
efectuado a la demanda de exportación, que apenas subió de un millón de
toneladas a 46,7 millones respecto del informe del mes anterior. En este
contexto, el stock estadounidense al final de la campaña se prevé ahora
en 12,7 millones de toneladas, por encima de los 11,9 que en promedio
esperaba ver el mercado y explicando de este modo la presión bajista
sobre los precios.
A
nivel global el USDA sí efectuó un ajuste a la baja en la previsión de
inventarios al final de la campaña, que pasó de 85,1 a 82,9 millones de
toneladas, cuando el mercado descontaba un incremento en dicho guarismo
pero ello no resultó suficiente para desalentar la ola vendedora.
Respecto
a las estimaciones locales, en la semana pudimos conocer la
actualización mensual de las previsiones de GEA donde el área sembrada
en nuestro país para la campaña 2015/16 se ubicó en un máximo histórico
de 20,5 millones de hectáreas, un 1,5% por encima de lo implantado la
campaña anterior. Además, consignaron que pese a las lluvias recurrentes
la siembra continua a buen ritmo, registrando un avance del 26% del
área de intención a nivel país y del 50% en la zona núcleo.
A
una semana del balotaje y casi un mes del recambio presidencial, el
mercado está más condicionado por supuestos que por realidades, tratando
de minimizar los riesgos mientras se atraviesa este período de
incertidumbre.