El
mercado local se mostró cargado de expectativas y recibió un
significativo empuje alcista en la primera parte de la semana, apoyado
en la gran agresividad de los compradores. Los precios alcanzaron su
nivel más alto de la campaña actual, superando los u$s 240/ton en el
segmento disponible de la zona de Rosario. Si bien el volumen de ventas
reaccionó con fuerza, la oferta luego se retrajo a la espera de
estímulos más contundentes. La posibilidad de que se reduzca la alícuota
de derechos de exportación motivó gran especulación en los mercados a
término, especialmente en posiciones con entrega diferida. En igual
sentido actuó el intento de los operadores por anticipar movimientos en
el tipo de cambio.
Ante
este contexto, las fábricas prefieren estar cortas en pesos y contar
con la cobertura que brinda la tenencia de la mercadería. Sin embargo,
el escenario de corto plazo luce realmente complicado para la industria,
ya que los márgenes de crushing se adentraron en el rojo y una presión
compradora excesiva puede ser desventajosa si se expande el diferencial
entre el mercado disponible y los futuros de la cosecha nueva. A esto se
le agrega el marcado deterioro en los precios externos de la harina de
soja, que a lo largo de la semana cayeron por debajo de u$s 340/ton FOB
en puertos argentinos.
Ante
este panorama, cabe esperar una mayor reducción en el ritmo de
procesamiento industrial durante los próximos meses. En el mes de
septiembre se trituraron 3,8 M tn de soja en todo el país, un 13% más
que en el mismo período del año pasado. El acumulado del primer semestre
de la campaña llega a 25,2 M tn frente a 23,5 M tn en igual lapso del
ciclo 2013/14. Con estos números el año 2014/15 apunta a cerrar con
molienda de soja por 42 M tn, a la que deberán sumarse cerca de 12 M tn
con destino de exportación y 4 M tn de otros consumos internos. Todos
los sectores de la demanda muestran una gran expansión interanual ante
la mayor disponibilidad de mercadería a lo largo del año.
De
concretarse estas proyecciones de demanda la campaña actual finalizaría
con un stock cercano a 10 M tn, alcanzando un nuevo récord. Si a este
número se le suma la producción esperada del próximo año queda un
escenario de oferta notablemente amplio, que podría tener un efecto
depresivo sobre los valores de mercado si el ritmo de ventas es
agresivo. Sin embargo, para que esto suceda el peso debe recuperar
firmeza frente al dólar, algo que podría demandar tiempo hasta que se
frene la inercia inflacionaria que arrastra la economía argentina.
El
mercado internacional monitorea de cerca las condiciones climáticas en
Sudamérica en pleno avance de los trabajos de siembra. En Brasil la
proporción implantada es ligeramente menor que a la misma altura del año
pasado, aunque con gran disparidad regional. El impacto en el potencial
de rinde de esta demora es poco significativo. En Mato Grosso la
superficie implantada se duplicó en la última semana, estimándose ahora
38% de avance sobre el total de intención. En tanto, en Paraná –el
segundo distrito productor- el área cubierta llega al 66%, guarismo
superior a la media usual. Algunos analistas piensan que este factor
permitirá un sostenimiento o quizás leve crecimiento de la superficie de
maíz en el estado, ya que la cosecha anticipada de la oleaginosa
dejaría una amplia ventana de siembra para ocupar con el cereal de
segunda.
Los
pronósticos anticipan nuevas lluvias en casi toda la región agrícola de
Brasil, pero pocas precipitaciones en Argentina en un horizonte de 10 a
14 días. Las reservas de humedad son en general satisfactorias, aunque
el aumento de las temperaturas ha incrementado la exigencia de cara a
las próximas semanas. En la zona núcleo de nuestro país se ha sembrado
el 11% de la superficie y los primeros lotes están emergiendo con
normalidad.
El
volumen de cosecha nueva comercializado hasta el momento es
notablemente bajo y no se observan en la plaza compradores activos en la
búsqueda capturar oportunidades de mercado. En la plataforma del
término las posiciones con vencimiento en mayo fluctuaron entre u$s 225 y
230 por tonelada durante los últimos días, alcanzando récords desde la
apertura de la posición. Este precio se acerca al que se negoció en
abril y mayo de este año, en pleno período de ingreso de la mercadería
al circuito comercial. La diferencia es que Chicago negocia ahora cifras
sustancialmente más bajas, lo que implica que el spread se está
reduciendo.
El
mercado externo ha incorporado una prima de riesgo sobre la campaña
sudamericana que se irá desinflando si el progreso de los cultivos es
favorable y se cumplen las previsiones de superficie. Para los
participantes más expuestos una alternativa es adquirir contratos de
opciones, que permiten asegurar objetivos de precio a cambio del pago de
una prima. Estas estrategias se vuelven cruciales ante el mayor
potencial de caída de las cotizaciones, que podrían quedar por debajo de
los costos de producción durante un período significativo.