En
la antesala de un nuevo inicio de campaña para los cereales en nuestro
país, el mercado se mantiene estable y ajeno a la tesitura del plano
internacional. Las condiciones de los cultivos serían inmejorables, y
sólo cabe a la imaginación que hubiera sucedido con el área implantada y
consecuentemente con la próxima cosecha de tener certeza respecto a
cuáles serán las reglas de juego a partir del mes que viene. De acuerdo a
las últimas estimaciones de la Guía Estratégica para el Agro, la caída
del área se mantendría estable en un 28%, pero un rinde promedio de unos
29,5 qq./ha permitiría alcanzar una producción de 9,4 millones de
toneladas.
A
diferencia de lo sucedido con la soja, el trigo operó estable durante
la última semana en el Mercado Físico de Rosario. En lo que va del mes
el valor del cereal en los mercados a término locales parece haberse
estabilizado, habiendo agotado de momento el impulso del sorpresivo
resultado del primer acto electoral presidencial. El hecho de que ambos
candidatos se hayan mostrado dispuestos a reformar el esquema de
comercialización externo para este cultivo reduce el condimento
especulativo de la operatoria, haciendo que la presión a arbitrar los
valores entre las plazas sea menor.
Como
anticipásemos, las ofertas abiertas por el cereal de distintas
características y bajo diferentes condiciones no mostraron mayores
cambios, otorgando un carácter discreto a la operatoria. Las ofertas por
la mercadería disponible en condición cámara rondaron entre $1.250 y
$1.300 la tonelada según la jornada, mientras que por la entrega
diferida hacia diciembre del corriente año se ofrecían entre u$s 135 y
u$s 140 por tonelada. Por el mismo producto posicionado sobre comienzo
del año próximo se podían pagar unos u$s 150 la tonelada. Fue marcada la
diversidad de ofrecimientos que se realizaron por trigo de calidad. Por
ejemplo, una molinería de Rosario ofreció entre $1.300 y $1.500 por
tonelada según el contenido de gluten de un cereal con un peso
hectolítrico de 76 kg.
En
el mercado de Chicago el trigo cerró su peor semana desde fines de
julio. Para dar una referencia, la caída de la posición de diciembre
superó los u$s 10 por tonelada, lo que representa un 5,3% a la baja en
términos relativos. El último informe de oferta y demanda del USDA, si
bien no se salió considerablemente de las expectativas de los
operadores, establece un plano en el cual resulta cada vez más utópico
un escenario de un alza sensible de los valores hacia la próxima
campaña.
Los
inventarios globales del cereal alcanzarían un nuevo récord superior a
los 227 millones de toneladas, lo cual representa más de un 31% de la
población global, siendo el valor más alto de este último guarismo que
se evidencia desde la campaña 2001/02. Y por si el hecho de que la
demanda de trigo a nivel global no le puede seguir la carrera al
incremento de la producción no fuese suficiente, exportadores como ser
Estados Unidos y Francia se las ven aún más dura por su baja
competitividad. El primero de estos, de acuerdo al reporte de USDA,
alcanzaría su marca más baja en exportaciones en las últimas 44 campañas
(ver gráfico). En Francia los inventarios a fin de campaña serían más
del doble de lo que fueron en el ciclo anterior, alcanzando los 5,2
millones de toneladas de acuerdo al organismo estatal FranceAgriMer.
Ello ha provocado que, por segunda vez en el año, terminales de los
puertos de Rouen y Dunkirk hayan cancelado las recepciones del cereal al
no poseer capacidad adicional de almacenamiento.
A
pesar de la amplia oferta, los productores en alrededor del planeta no
desisten en avanzar con la implantación del trigo, y las condiciones
climáticas juegan a su favor. Una oportunidad que surge en el horizonte
para nuestro país es reinsertarnos en el mercado internacional con un
tipo cambiario más competitivo y menores restricciones para
comercializar. El ciclo próximo a iniciarse podría tener un condimento
adicional si se logra mejorar la calidad del cereal, una deuda pendiente
de campañas pasadas. Los malos resultados en estos términos de la
última trilla brasilera podrían abrir las puertas a renovar los
intereses del país vecino por la mercadería local.