Otra
semana pasa sin que el mercado físico local logre recuperar el ritmo de
la operatoria de granos gruesos. La oferta se mantiene expectante a la
concreción de los cambios que plantean los candidatos presidenciales,
pero el derrotero de los valores de las commodities agrícolas a
nivel internacional instala la sensación de que de no mediar exabruptos,
la situación persistirá hasta el próximo fin de semana.
La
presentación de un nuevo reporte de oferta y demanda global del USDA
dio un nuevo golpe a los mercados con proyecciones de un mercado holgado
tanto en los EE.UU. como a nivel global. El organismo corrigió al alza
su cálculo de producción en norteamericana en algo más de unas 2,5
millones de toneladas, para colocarla así en 346,8 millones de
toneladas. Dicho volumen representaría su tercer registro más alto en la
historia, a pesar de que el área cosechada sería la más baja desde la
campaña 2009/10. Ello es posible gracias a lo que sería el segundo mayor
rinde promedio a nivel histórico, de más de 10,6 toneladas por
hectárea. A su vez, el ente muestra incrementos en sus previsiones para
las cosechas del grano en el hemisferio sur, colocando a la producción
total de Brasil en unas 81,5 millones de toneladas y la de Argentina en
25,6 millones de toneladas (+1,5 y +1,6 millones de toneladas
respectivamente en relación al dato de octubre). Dichos aportes
compensarían una menor producción en la Unión Europea y la ex - Unión
Soviética, resultando en un alza de la producción global superior a las 2
millones de toneladas.
Si
bien dicho panorama productivo de por sí resulta bajista, la
circunstancia se acrecienta cuando tomamos en consideración los factores
de la demanda. USDA mostró una reducción superior a los 2 Mt en la
demanda de exportación a nivel global, con recortes para Estados Unidos y
Ucrania que son parcialmente compensadas por un incremento en las
ventas al exterior para nuestro país, las cuales alcanzarían los 16 Mt
en el próximo ciclo comercial. Para EE.UU. la situación no termina allí,
sino que el uso con fines industriales para la producción de etanol
también caería en casi 2 Mt.
Sin
embargo, la cuestión más llamativa del nuevo informe tiene que ver con
un extraordinario ajuste a la baja de la demanda forrajera en el mercado
chino a lo largo de los últimos tres ciclos comerciales, la cual
resulta en un incremento de los inventarios a nivel global de casi 24 Mt
(casi un 2,5% de la producción mundial prevista para la campaña 15/16).
El mismo tiene lugar debido a una preferencia en el uso de otras
alternativas forrajeras dado el precio artificialmente alto que posee el
maíz en China merced a un programa estatal de aprovisionamiento. No
obstante la sobresaliente corrección, los analistas se encontraban al
tanto de que USDA poseía una apreciación errónea de los stocks chinos,
por lo cual el mercado no reaccionó de manera violenta al respecto.
Algunos incluso aventuran que el volumen de inventarios en China de más
de 114 Mt para fines del ciclo actual podría ser muy bajo. El gobierno
del gigante asiático empieza a tomar recaudos frente a esta realidad,
planteándose la posibilidad de ofrecer a la industria procesadora
subsidios a la compra del grano para desabastecerse.
La
plaza local no se hizo demasiado eco de lo sucedido a nivel
internacional, con los operadores no mostrando apuro por concretar
negocios hasta que se dé una sensible alteración de perspectivas con
respecto al esquema de comercialización local. Por
el grano disponible en condición cámara sobre terminales al norte de
Rosario la exportación mantuvo ofertas abiertas en el orden de los
$1.200 /t. Las posiciones de cosecha nueva se mostraron entre firmes y
ligeramente debilitadas. La exportación ofreció unos u$s 140 por el maíz
cámara a entregar entre marzo y abril próximos, mientras que los
valores caían un par de dólares si se difería la entrega hacia mayo.
La
pequeña merma de las posiciones de cosecha nueva podría relacionarse
con un repente interés por incursionar en planteos de maíz tardío ante
las expectativas de un escenario comercial diferente para el 2016. Como
relatan los técnicos de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR en su
último informe, dicho cambio en la psicología de los productores
lograría revertir parcialmente la caída interanual del área sembrada y
el volumen de producción, los cuales alcanzarían unos 3,6 millones de
hectáreas y 20,2 millones de toneladas respectivamente. Si el buen clima
continúa acompañando a la región, incluso dichos valores podrían crecer
un poco más.
De
acuerdo a datos oficiales, el ritmo de compras por parte de la
exportación ha repuntado levemente en las últimas semanas, convergiendo
hacia el evidenciado durante la campaña anterior (ver gráfico de tapa).
El volumen originado al 04/11 sigue encontrándose en mínimos de las
últimas siete campañas, alcanzando tan sólo 736.200 toneladas
(prácticamente un 25% del promedio para dicho período de referencia),
pero en el mercado se percibe como la ansiedad por cambiar el aire va
incorporándose a la operatoria actual.