La incertidumbre afecta la disponibilidad de invernada. Ignacio Iriarte

La oferta restringida y los precios que suben adelantándose a una posible devaluación generan una incertidumbre que puede afectar la faena. Brasil sigue siendo un factor en contra.
 Oferta restringida y precios que suben adelantándose a la devaluación que promete el candidato con más chances de ganar. Este escenario de incertidumbre y esta restricción de oferta pueden durar varias semanas y pueden afectar la faena y la disponibilidad de invernada, ya de por sí muy baja en esta época por razones estacionales.
La devaluación, agregada a una quita parcial o total de las retenciones a las exportaciones de maíz, puede cambiar sensiblemente la rentabilidad de los feedlot y de la producción de carnes sustitutas, especialmente la de pollo, que pese a todo el apoyo oficial llega a este fin de ciclo en una situación muy delicada. Una industria exportadora también en situación crítica, con capitales brasileños que se van y capitales chinos que entran al negocio.
Datos
En este contexto, finalmente, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) rectificó los datos publicados a principios de octubre último sobre la primera campaña de vacunación contra la aftosa de este año, que revelaba un incremento cercano al cuatro por ciento en la cantidad de animales inoculados.
El nuevo registro, que abarca el 77 por ciento del rodeo nacional, revela un incremento del stock vacunado de sólo el 0,4 por ciento, con un repunte tanto en el número de novillos y novillitos (+1,3 por ciento), como en la cantidad de vaquillonas (+1,3 por ciento), pero con una caída en el número de terneros (-1 por ciento).
Vacunado este otoño el 45 por ciento del rodeo de vacas nacional, el aumento resultante es de unos 112 mil vientres (+1,1 por ciento), estando todos los datos ahora rectificados más en línea con la estimación de stock ganadero que a marzo último hizo el Senasa, que con 51,43 millones de cabezas, se ubicaba un 0,4 por ciento por debajo del año anterior.
Evolución
De acuerdo con la información de Senasa, se dispone de datos de vacunación contra la aftosa, primera campaña, desde el año 2003: comienza la serie con 57,2 millones de cabezas, creciendo ininterrumpidamente hasta el otoño de 2007, cuando se vacunaron 60,2 millones de animales. Luego cae en 10 millones de cabezas en cuatro años, para tocar un piso de 50 millones de cabezas vacunas, recuperando hasta el día de hoy sólo 2,3 millones de animales sobre ese mínimo. El stock vacuno al último otoño, haciendo una estimación de las categorías que no se inocularon y que son el 22 por ciento del total, se ubicaría 7,8 millones de cabezas por debajo del ejercicio 2007. De las diez millones de cabezas perdidas entre el 2007 y el 2011, entonces, se habrían recuperado sólo 2,2 millones de animales en cuatro años.
Brasil
Todos los exportadores sudamericanos temen que Brasil traslade la fuerte baja del precio del novillo en el último año, en términos de dólares (-35 por ciento), al precio FOB al cual vende la carne al mundo.
Cabe recordar en este marco que se trata del primer exportador del planeta y sería muy difícil resistir el efecto negativo que puede tener sobre el precio internacional de la carne que este país bajara sus precios FOB para aumentar sus ventas. Un dato que no se puede soslayar, por ejemplo, es que Brasil exporta anualmente entre diez y doce veces el volumen de la Argentina.
En octubre, Brasil exportó más de 108 mil toneladas de carne vacuna, a un precio FOB que se ubica nueve por ciento por debajo del mes anterior y 17 por debajo de igual mes del año pasado. Salvo en el caso del enfriado en Europa, y de Israel, la carne argentina está expuesta en casi todos los restantes mercados al efecto depresivo de los declinantes valores FOB de Brasil, especialmente en Europa (congelado), China, Hong Kong, Chile y Rusia. La economía brasileña está en recesión, y la demanda interna, que significa el 85 por ciento del total, está en retroceso.