El SENASA interviene el mercado del maíz pisingallo

Implementará un “sistema de control de calidad de maíz pisingallo con destino a exportación” a partir de mayo de 2016.
Fuente: valor soja
 
 El SENASA implementará un “sistema de control de calidad de maíz pisingallo con destino a exportación” a partir de mayo de 2016 con el objetivo de limpiar el mercado de operadores irresponsables.
La Resolución 517/15 del SENASA indica que “en los últimos años se han recibido reclamos por parte de las autoridades comunitarias -europeas- con relación a la presencia de eventos transgénicos no autorizados para la comercialización de estos productos y de contaminantes en cantidades superiores a los límites establecidos”.
Y añade que “que, en virtud de ello, la Cámara que agrupa a los procesadores y exportadores de maíz pisingallo ha realizado una presentación solicitando la intervención”.
Las plantas procesadoras, elaboradoras y de almacenamiento de maíz pisingallo con destino a exportación tendrán un plazo de 180 días -contados a partir del pasado lunes- para adecuarse a las nuevas exigencias, entre las cuales se incluyen establecer un protocolo y métodos de control de OGM, micotoxinas, metales pesados y pesticidas; disponer de un sistema de trazabilidad que permita rastrear la partida desde el origen de la semilla y definir un profesional responsable de calidad, entre otros aspectos.
Las plantas habilitadas por el SENASA deberán inscribirse en un registro que se renovará anualmente. La normativa indica que los gastos generados por las auditorías realizadas por personal del SENASA -necesarias para determinar si cada operador cumple con las nuevas exigencias- “estarán a cargo de los establecimientos o exportadores interesados”.
En octubre pasado las exportaciones argentinas declaradas de maíz pisingallo a granel fueron de 21.366 toneladas a un valor promedio ponderado de 347 dólares por tonelada. En octubre de 2014 y 2013 el promedio se había ubicado en 555 y 807 dólares por tonelada, respectivamente.
Los niveles de precios actuales son equiparables a los presentes 5 años atrás. La cuestión es que la destrucción de precios registrada en 2010 se originó a partir de una súper producción argentina de maíz pisingallo, mientras que en los últimos dos años los valores vienen derrumbándose con cosechas normales y la creciente competencia de operadores brasileños.