Sólo el complejo sojero mantuvo su liderazgo en
la última década. Las economías productoras de carne, trigo, manzanas y
peras fueron las más perjudicadas.
La
Argentina experimentó en la última década un importante deterioro de su
presencia como proveedor de alimentos en el mercado mundial, afectando
principalmente a las regiones productoras de carne vacuna, trigo,
manzanas y girasol, según indicó Confederaciones Rurales Argentinas
(CRA).
A través de un informe difundido por la entidad confederada, se indicó que "en los últimos diez años, de una canasta de once productos de
origen agropecuario, Argentina descendió en ocho en el posicionamiento
mundial, es decir en el setenta por ciento de sus principales
productos".
De esta forma, los
especialistas de CRA mencionaron que el país "ha perdido el liderazgo en
la mayoría de los alimentos que exporta" afectando a regiones productas
de "carne, trigo, manzanas y girasol".
Frente
a este escenario en el comercio internacional, Confederaciones Rurales
consignó comoprincipal causa "la falta de competitividad y las políticas
públicas llevadas adelante en los últimos años".
Allí,
desde el ruralismo se carga contra la "falta de reglas de juego
adecuadas para la inversión, carga impositiva récord, cupos para la
exportación, aumento de los requisitos burocráticos, una macroeconomía
con grandes desequilibrios y la ausencia de políticas anticíclicas".
En
materia de producción de soja, CRA mencionó que si bien Brasil
experimentó un crecimiento del 100% en su producción durante la última
década, alcanzando las 100 millones de toneladas, "Argentina creció en
un tercio comparado con Brasil".
El
ranking de exportadores de alimentos exhibe un claro deterioro en las
posiciones de Argentina: paso del primero al tercer puesto en ventas de
aceite y harina de girasol; también paso del tercer a cuarto lugar en
limones, del primero al segundo en peras, del cuarto al octavo puesto en
manzanas, y del segundo al tercer lugar en maíz.
El
deterioro resulta ser mayor para el caso del trigo, ya que desde el
cuarto puesto que ostentaba el país en el 2005 pasó actualmente al
octavo lugar, y del tercer lugar que asumió con la venta de carne
bovina, hoy se sitúa en el puesto número doce.
De
los once productos analizados por CRA, sólo el complejo sojero logró
mantener su posicionamiento global. Tanto en harina y en aceite de soja,
la Argentina sigue siendo el principal exportador global en estos diez
años. Mientras, en lo que respecta al poroto de soja sin procesar, el
país mantiene la tercera posición global.
Según
el informe de CRA, "es claro que los resultados muestran que la
política llevada adelante ha perjudicado la inserción internacional de
la Argentina y por lo tanto la posibilidad de contar con mayores
inversiones y empleo privado, limitando el desarrollo económico del
país".
Desde la entidad ruralista se
instó a consolidar a futuro un plan integral para devolver
competitividad al sector agropecuario para posibilitar la reinserción de
la producción argentina en los principales mercados demandantes de
alimentos.