Aseguran que el Estado adeuda 1.600 millones de pesos sólo en el sector agroindustrial.
El Estado argentino le adeuda a agroindustrias
exportadoras un total de 1.600 millones de pesos en concepto de
devolución del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Así lo
denunciaron fuentes del sector. “El cuantioso pasivo por demora en
devolución del crédito fiscal, que equivale a 165 millones de dólares al
tipo de cambio oficial, ya causa pérdidas en el capital de trabajo de
las empresas del sector que ingresa los dólares genuinos por
agroexportación”, señalaron.
El proceso
Originalmente,
cuando se lanzó la norma que alcanza a esta operatoria (Resolución
General Nº 2000/06 de Afip), el reintegro era automático, pero a fines
de octubre de 2012, se conoció otra resolución (Nº 3397) que, con la
aparente pretensión de perfeccionar los controles, terminó por trabar la
devolución del IVA a la exportación.En concreto, la nueva normativa inhabilita para percibir en forma automática la devolución del IVA a quienes "se les detecten inconsistencias asociadas a su comportamiento fiscal", sin definir montos ni definiciones.
“Esos agregados remiten a un moroso sistema de fiscalización que puede insumir, según especialistas tributarios, hasta dos años de trámites, lo que en la práctica implica la pérdida del beneficio, exponiendo a mayores costos a las exportaciones argentinas y consecuentemente a la pérdida potencial de mercados (por encarecimiento de sus precios)”, reclaman los agroexportadores.
El problema principal es que, al no definir de manera precisa qué son las “inconsistencias fiscales”, queda expuesto el proceso a la arbitrariedad y discrecionalidad del órgano de aplicación, tornando al procedimiento en fuente de incertidumbre financiera.
Por qué se pierde
El trámite
comienza cuando el exportador solicita la prefinanciación o anticipo de
exportaciones a un banco internacional, toma en cuenta el valor FOB que
incluye retenciones y también incluye el 10,5 por ciento del IVA que se
debe abonar al momento de la compra del grano, tributo que luego es
reintegrado.Entre el momento en que se abona el IVA (compra del grano) y su recuperación transcurren como mínimo entre 90 días (exportación de granos) y 150 días (exportación de aceites y harinas oleaginosas), con lo que se produce un costo financiero para el exportador y una pérdida económica por cuanto el Estado devuelve el IVA en pesos pero ese monto debe ser reintegrado a la entidad financiera que lo prestó en la divisa en que el préstamo fue concedido.
A la vez, la dilación en esos reintegros, al provocar mermas en el capital de trabajo, ocasiona la necesidad de suplirlos con préstamos locales, donde las tasas de interés anual se hallan en torno de 23,5 por ciento.
Al ser el IVA parte del monto que debe solicitarse como prefinanciación, todo aquello que perjudique la normal recuperación y reembolso a quien prestó el dinero, afecta seriamente la posibilidad de continuar recibiendo la financiación, lo que incidirá directamente en los costos de comercialización de las cosechas.