Zona Núcleo: temen que el efecto "regadera" de El Niño conspire contra la actual campaña gruesa P



Octubre define los rindes del trigo y determina las siembras de soja. El panorama aparece complicado porque hay zonas que en breve necesitan 30 mm pero tienen napas recargadas y campos inundados
El mes crítico que define el rinde del trigo y determina las siembras de soja comienza con paradojas para los especialistas que sostienen que el efecto "regadera" del fenómeno me-teorológico El Niño podría empezar en octubre en la Zona Núcleo productiva. Por un lado se marca la falta de agua superficial desde el oeste de la región; se necesitan 30 mm en breve, pero los suelos siguen recargados en profundidad, con las napas que acechan a pocos centímetros y la perspectiva de los efectos de la corriente El Niño.

El experto José Luis Aiello, director de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA) y director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, analizó cuánta caída de agua se puede esperar.

93% de maíz sembrado

La evaluación se realizó en un contexto en el que está sembrado el 93% del maíz temprano y los trigos entran a espigar, "generalizándose los controles de enfermedades", según GEA.

Aiello detalló que "los efectos de El Niño empezarán a hacerse evidentes hacia fines de octubre, por lo que con los problemas de costos de este año, es importante asegurar las siembras de soja para evitar el doble costo de resembrar".

Pero, según los técnicos de GEA, las siembras en la Zona Núcleo comenzarán a generalizarse después del 20 de octubre y quedarían a merced del efecto "regadera", con precipitaciones seguidas.

Consideraron que "es una paradoja que la misma agua que hace falta para poner en marcha el ciclo agrícola de los granos gruesos y afianzar el rinde de trigo podría traer serios problemas de excesos".

Frentes de tormentas


Los datos de octubre muestran que deberían recibir lluvias en torno a las medias, pero será un año donde la siembra de la oleaginosa se realice con los temores a las precipitaciones convectivas y en el que se estará muy pendiente del avance de los frentes de tormentas para cubrir cada lote.

Con más costos por el refuerzo de herbicidas residuales ante los lavados (por las precipitaciones), los nuevos productos para malezas resistentes, el gasoil y el flete producen un impacto significativo en el rinde de indiferencia.

"La suba interanual en los costos se calcula en 20-30%, por lo que hablamos de un rinde de indiferencia de 22 a 25 quintales por hectárea en campos propios", sostuvieron en GEA. Septiembre cerró por debajo de los promedios de precipitaciones al rever los datos que van de 1970; esto ayudó a restablecer a muchos lotes de posiciones topográficas intermedias y bajas pero los trigos del oeste de la región necesitan agua y, a la vez, hay zonas en Córdoba, como las aledañas a Leones, que siguen con bajos y áreas anegadas.

Los trigales


"El 45% del cultivo de trigo está en encañazón y el 33% en hoja bandera. Los primeros sembrados alcanzan la espiga embuchada (19%) y una mínima porción de lotes está espigando. En este período crucial de definición de rindes, la condición del cultivo es buena a muy buena en el 80% de los cuadros", dijeron.

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