Realidad y Especulación. Diego De la Puente

La devaluación de la moneda China efectuada el pasado 11 de Agosto comienza a generar una “catarata” de especulaciones acerca del estado de salud de la economía del Gigante Asiático desde ahora y hacia delante. Dentro de esas contemplaciones, también se pone en duda la posibilidad que China continúe con su robusta compra de soja o, por el contrario, vaya mermando las adquisiciones de la misma.
Sin lugar a dudas, todo tiende a indicar que la “viveza” china resulta muy superior a la “viveza criolla” nuestra. En este sentido, mientras todo el mundo pasa actualmente una enorme cantidad de horas discutiendo las posibilidades de ocurrencia de diferentes hechos económicos estadísticos en el mencionado país y como impactaría eso en el crecimiento económico mundial, durante el pasado mes de Julio el Gigante Asiático compró casi 10 millones de toneladas de la oleaginosa en un solo mes. Ello resulta ser cerca de un 25% más de lo adquirido en igual mes del año pasado, pero lo más interesante es que dichas compras se ubican en las más importantes de la historia para un periodo de 30 días. Y Agosto no le va en saga. Con casi 8 millones de toneladas, las compras chinas de soja se ubican casi un 30% por encima de lo que habían adquirido en Agosto de 2014. Pero eso no es todo. Hace dos semanas, en un acuerdo celebrado en la ciudad de Des Moines (Iowa), representantes de compañías estatales chinas firmaron 24 contratos con empresas estadounidenses para adquirir la friolera de 13,8 millones de toneladas de soja en el País del Norte.
Pero claro, mientras ello ocurre, en Estados Unidos está ingresando una cosecha “casi” récord, tanto de maíz como también de soja. Resulta poco probable, en tal sentido, que en estos momentos exista una gran posibilidad de fuertes reacciones alcistas en los precios. Al ser estos mercados de impacto de oferta (ya que la cosecha ingresa de golpe, toda junta y en el mismo lugar), mientras que la demanda se distribuye a lo largo de todo el año, pareciera que la primera de las variables fuera más importante. Pero al final del ciclo, la situación que se muestra es bien distinta. Solo basta un ejemplo. Mientras que en Septiembre de 2014 la estimación del USDA ubicaba la relación stock/consumo de soja estadounidense para la campaña 2014/15 en 13,3% -con una cosecha récord- en igual mes pero de este año (momento en que termina dicho ciclo comercial) el mismo indicador era de tan solo 5,4%. Ello implica decir que, a pesar de haber lo logrado la mayor producción de la historia, Estados Unidos no logró recuperar stocks de manera significativa respecto del ciclo anterior.
Pero claro, los fondos de inversión juegan con el ingreso de la cosecha estadounidense, como así también pensando en la devaluación china como una cuestión negativa para los precios de los granos. Veremos, en todo caso, quien triunfa, si la realidad o la especulación.