Sembrar con un gobierno y cosechar con otro exige acomodar las expectativas y tomar decisiones en ese contexto, con una mayor cuota de incertidumbre. De aquí a que ingrese la nueva cosecha 2015/2016, los precios relativos auguran reacomodamientos, incluidos los que se vinculan con la grilla impositiva.
En Córdoba, los productores ya se pusieron en guardia: a pocos días de ir el Presupuesto y la Ley Impositiva a la Legislatura, las entidades del agro convocaron a sus bases y plantearon sus demandas sobre la mesa. Así, comunicaron su “enfática negativa” a un aumento del Impuesto Inmobiliario, y a que la nueva gestión de Juan Schiaretti lleve adelante una derogación “compensada” de la tasa vial (que exigiría un desembolso adicional del orden de los 300 millones de pesos en el tributo rural).
Cabe una salvedad: otros sectores de la actividad económica, las familias y asalariados también toman nota y piden cambios ante una presión fiscal que mide niveles récord, según diferentes tributaristas.
El agro, no obstante, tiene sus propios condimentos (que le añaden distorsiones y frenan a diferentes cadenas de valor): costos a dólar lleno, ingresos recortados por retenciones, restricciones comerciales, precios internacionales más bajos. Y, en consecuencia, busca resistir más presiones. No será sencillo frenar esa inercia: las provincias se lanzaron a un sálvese quien pueda frente al modelo unitario, en cabeza del Gobierno central.
Por el ojo de la cerradura, los productores formulan sus hipótesis: ¿El nuevo gobierno central bajará/eliminará retenciones? ¿Se mejorará el tipo de cambio por esta vía, amén de algún otro ajuste cambiario? En tal caso, ¿cuáles serán los productos alcanzados? ¿Trigo, maíz, carne bovina, economías regionales, como prometen los candidatos? ¿Cómo diseñarán las provincias sus esquemas impositivos en 2016 frente a estos cambios?
Partidos y partidas
En la reunión que convocaron esta semana en Villa María Cartez, Coninagro y la Sociedad Rural Argentina surgieron varios reclamos: productores con homologación nacional de emergencia por las inundaciones no logran refinanciar deuda en el Banco Nación; en la Afip les comunican que hay instrucción de demandarlos por mora.
A escala provincial, se plantea una redistribución del fondo para infraestructura y gasoductos, ante la falta de ejecución de las obras comprometidas en su momento. Se indica. ó, a la vez, que el Ministerio de Agricultura no cuenta con partidas asignadas para los consorcios de conservación de suelos. Otros servicios se señalan demorados, como la creación de patrullas rurales.
Con una manta más corta por el lado de los ingresos del complejo, todas esas partidas y los egresos estarán bajo una lupa más gruesa, lo que demandará una gestión público-privada más activa en ambos lados del mostrador.
En Córdoba, los productores ya se pusieron en guardia: a pocos días de ir el Presupuesto y la Ley Impositiva a la Legislatura, las entidades del agro convocaron a sus bases y plantearon sus demandas sobre la mesa. Así, comunicaron su “enfática negativa” a un aumento del Impuesto Inmobiliario, y a que la nueva gestión de Juan Schiaretti lleve adelante una derogación “compensada” de la tasa vial (que exigiría un desembolso adicional del orden de los 300 millones de pesos en el tributo rural).
Cabe una salvedad: otros sectores de la actividad económica, las familias y asalariados también toman nota y piden cambios ante una presión fiscal que mide niveles récord, según diferentes tributaristas.
El agro, no obstante, tiene sus propios condimentos (que le añaden distorsiones y frenan a diferentes cadenas de valor): costos a dólar lleno, ingresos recortados por retenciones, restricciones comerciales, precios internacionales más bajos. Y, en consecuencia, busca resistir más presiones. No será sencillo frenar esa inercia: las provincias se lanzaron a un sálvese quien pueda frente al modelo unitario, en cabeza del Gobierno central.
Por el ojo de la cerradura, los productores formulan sus hipótesis: ¿El nuevo gobierno central bajará/eliminará retenciones? ¿Se mejorará el tipo de cambio por esta vía, amén de algún otro ajuste cambiario? En tal caso, ¿cuáles serán los productos alcanzados? ¿Trigo, maíz, carne bovina, economías regionales, como prometen los candidatos? ¿Cómo diseñarán las provincias sus esquemas impositivos en 2016 frente a estos cambios?
Partidos y partidas
En la reunión que convocaron esta semana en Villa María Cartez, Coninagro y la Sociedad Rural Argentina surgieron varios reclamos: productores con homologación nacional de emergencia por las inundaciones no logran refinanciar deuda en el Banco Nación; en la Afip les comunican que hay instrucción de demandarlos por mora.
A escala provincial, se plantea una redistribución del fondo para infraestructura y gasoductos, ante la falta de ejecución de las obras comprometidas en su momento. Se indica. ó, a la vez, que el Ministerio de Agricultura no cuenta con partidas asignadas para los consorcios de conservación de suelos. Otros servicios se señalan demorados, como la creación de patrullas rurales.
Con una manta más corta por el lado de los ingresos del complejo, todas esas partidas y los egresos estarán bajo una lupa más gruesa, lo que demandará una gestión público-privada más activa en ambos lados del mostrador.