El alza del trigo en el exterior activa la demanda por la nueva cosecha Nicolás Ferrer

Las mejora del trigo en la CBOT evidenciada en las últimas semanas ha extraído a los compradores de su apatía para con el cereal que comenzará a cosecharse hacia fines del corriente año. Sin embargo, existe recelo para fijar condiciones a los negocios por parte de los ofertantes ante la posibilidad de que un cambio en la gestión política corrija la distorsión de los valores domésticos con respecto a los del exterior.
La última semana le puso fin a un septiembre que, con cuatro semanas consecutivas al alza, resultó ser el mes de mayores ganancias en la plaza a término de Chicago desde el enorme rally climático de mediados de año. Las valoraciones alcanzaron su mayor nivel desde principios de agosto, ganando entre 5% y 6% según la posición. El rebote desde los mínimos de principios de mes tuvo lugar a partir de un ligero cambio de perspectivas en lo que hace al verdadero tamaño de la oferta que salió al mercado durante el actual ciclo comercial.
El dato sorpresa de la semana estuvo en un sensible ajuste a la baja por parte del Departamento de Agricultura norteamericano (USDA) de los cálculos de la última cosecha estadounidense. El ente llegó a un volumen total de producción durante la colecta del corriente año de unas 55,8 millones de toneladas, considerablemente por debajo de las 58,1 mostradas el mes pasado en el último informe mensual de oferta y demanda. La trilla se ubica por encima del total obtenido el ciclo pasado (de 55,1 millones) a pesar de una caída en la intención de siembra, mostrando un grado de pérdida de área mucho menor (de un 14% vs. 18% en 2014) y un nivel de rindes relativamente estable (ligeramente superior a los 29 qq/ha.) Sin embargo, las diferentes variedades del cereal se comportaron de manera muy dispar, como puede verse en el siguiente cuadro. Ello resulta de interés dados los diferentes usos para cada tipo, y la participación que poseen en la exportación norteamericana.
Si bien como evidenciamos en el gráfico de la tapa el ritmo de comercialización del cereal de nueva cosecha para exportación se encuentra en sus niveles más bajos en una década, las últimas semanas han progresivamente revitalizado el interés del mercado por originar las necesidades de mercadería del año próximo. En el recinto local, la exportación ha empezado a posicionar su demanda más enfáticamente hacia febrero y marzo del año próximo, elevando sus ofertas progresivamente por el trigo en condición cámara sobre aquellos meses hasta alcanzar unos u$s 130 la tonelada en la jornada del viernes. Por asegurar una mayor calidad con entrega entre diciembre y enero, con un peso hectolítrico de 78 kilogramos y un contenido de proteína del 10,5%, un exportador de San Martín mejoraba las ofertas hasta los u$s 140 la tonelada.
Según datos oficiales, al día 23/9 la exportación habría adquirido unas 7,6 millones de toneladas, un 63% más de lo necesario para completar el cupo habilitado hasta el momento para dicha campaña. El mismo tendría que extenderse en más de dos millones y medio de toneladas para que el cereal encuentre destino en el exterior. Por otro lado, a mediados de septiembre las fábricas tendrían compras acumuladas por unos 4 millones y medio de toneladas. Si nos guiamos por las últimas estimaciones de GEA, que hablan de una producción de unos 12,8 millones de toneladas, estaríamos hablando de inventarios que actualmente se encontrarían en unas 700 mil toneladas (sin considerar demandas alternativas), lo cual no parece un volumen extraordinario de cara a una cosecha que difícilmente supere un dígito.
La escasez de mercadería del ciclo actual y los pocos incentivos por elevar las ofertas de compra redundan en que los valores abiertos por trigo viejo no muestren variaciones con respecto a la semana pasada.  El mismo exportador de San Martín que se posicionó a Diciembre/Enero pagaba hasta $1350 la tonelada por el cereal de calidad similar si la entrega se adelantaba hasta noviembre. Por el trigo en condición cámara para la segunda mitad de octubre y el mes de noviembre las cotizaciones se ubicaban entre $1030 y $1050 la tonelada.
Si bien la evolución del trigo invernal doméstico parece ser la mejor posible dadas las circunstancias (excesos hídricos en la provincia de Bs. As., necesidades de agua en el oeste de la zona núcleo, bajo nivel de aplicación de fertilizantes), la coyuntura actual sugiere que la calidad podría llegar a ser una vez más una pendiente en la producción local, lo cual se refleja en las fuertes primas pagadas en el mercado.