La decisión de los productores de achicar sus costos en el marco del contexto de fuerte pérdida de rentabilidad del sector agropecuario, tomando como una de las medidas de ajuste una menor utilización de tecnología, tendrá una consecuencia directa en el caso del trigo: una pérdida de calidad.
Según publicó Agrovoz, el motivo sería las bajas dosis de fertilizaciones no lograrían corregir la baja disponibilidad de nitrógeno en los suelos y eso conllevaría a que el cereal se coseche con bajos niveles de proteínas.
El dato fue advertido por el ingeniero agrónomo Jorge Fraschina, técnico de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Inta Marcos Juárez, que encabezó una jornada a campo organizada en Matorrales por la Agencia de Experimentación Regional (AER) Oncativo del Inta.
“Panorama nacional del cultivo de trigo en el actual ciclo productivo. Descripción de cultivares”, fue el título de la charla que dio Fraschina a lo largo del recorrido por el campo, donde se pudieron observar los avances y diferencias de las diferentes variedades implantadas.
“A nivel provincial, se ven trigos con buen desarrollo porque arrancaron con buena disponibilidad de agua. Pero no se pudo corregir el nivel de disponibilidad de nitrógeno, algo que puede afectar el rendimiento pero más que todo la calidad”, destacó Fraschina.
Según este especialista, la menor expectativa económica redundó en un menor uso de tecnología, que se cristalizó en la supresión o disminución de las aplicaciones de fertilizantes o en su utilización sólo como arrancadores.