Aprueban una soja resistente a sequía, “de industria argentina”



El Gobierno nacional anunció la autorización comercial de dos eventos biotecnológicos desarrollados en el país, por investigadores argentinos y comercializados por empresas nacionales.

Se trata de un cultivo de soja resistente a sequía y de semilla de papa resistente al virus PVY (Potato Virus Y).

El anuncio fue realizado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y los ministros nacionales de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela, y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, en Tecnópolis. De esta manera, Argentina pasa a integrar en "un grupo muy reducido que incluye solo a Brasil (con una semilla de poroto), Cuba (con un maíz), Indonesia (con una de caña), China (cinco cultivos) y Estados Unidos (más de 40)", con desarrollos biotecnológicos propios, según aseguraron los funcionarios.

Inversión nacional

Si bien los cultivos genéticamente modificados se utilizan en todos los países que son productores importantes de alimentos y abastecedores del mundo, en su gran mayoría son casos de importación de tecnología extranjera. Esta era la situación hasta hoy en Argentina, donde más del 90 por ciento de la soja, el maíz y el algodón que se produce deriva de cinco empresas biotecnológicas trasnacionales.

¿Cómo son las tecnologías aprobadas?

Soja resistente sequía. Es la primera vez a nivel mundial que se aprueba un producto de tolerancia a sequía en soja y fue creado a través de un emprendimiento nacional con interacción público-privado y que permite mantener los rendimientos en condiciones de carencia temporal de agua, según informó el Ministerio de Agricultura de la Nación.Fue desarrollada por el grupo de trabajo que conduce la doctora Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral e investigadora del Conicet. Luego esta tecnología fue incorporada en soja por la empresa nacional Indear, del grupo Bioceres.

Papa resistente a virus PVY. Este cultivo es resistente a un virus que es endémico para todas las zonas de producción papera de Argentina. Es el principal de estas enfermedades y puede causar pérdidas económicas de hasta 80 por ciento del cultivo y la infección usualmente obliga al productor a volver a comprar semilla de papa año tras año.

Si bien la nueva tecnología no eliminará la necesidad de volver a comprar semilla libre del virus y otras enfermedades en forma periódica, permitirá espaciarlo con dos a tres temporadas de resiembra, de "uso propio" por parte del productor, lo cual le dará más libertad para manejar su cultivo y reducirá sus costos, explicaron desde la cartera agropecuaria nacional.Es una tecnología desarrollada por investigadores del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología (Ingebi) del Conicet, los doctores Fernando Bravo Almonacid y Alejandro Mentaberry. La empresa nacional que promueve la comercialización del producto es Tecnoplant, una subsidiaria del grupo Sidus.