El cierre del frigorífico rebautizado como “Néstor Kirchner” en la zona de Ceres, Departamento de San Cristóbal, provincia de Santa Fe, es un síntoma de los fracasos de la política económica aplicada a la ganadería argentina, largamente denunciado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y negado sistemáticamente por el relato oficial del gobierno nacional.
Esta última
década arroja números innegables: ya cerraron más de 130 frigoríficos en
los principales puntos ganaderos del país, y se expulsaron a más de 20
mil empleados capacitados.
El
frigorífico “Néstor Kirchner” es también una imagen de gobierno y de lo
que el oficialismo no quiere ver. Inaugurado en el 2013 por el
vicepresidente Amado Boudou, fue una reapertura pomposa de fotos y
discursos de inversiones millonarias que se cayeron abruptamente
golpeados por la realidad ganadera que presenta, por ejemplo, un
achicamiento en el stock bovino en 10 millones de animales, es decir el
equivalente a todo el stock de Uruguay.
Esta
inversión significó otro despilfarro más del gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner, que invirtió recursos del Estado nacional en un
sector que es castigado por las propias políticas oficiales contra la
ganadería, cuando lo que debería haber hecho es devolverle
competitividad eliminado los impuestos a la exportación (15%) y
levantando las restricciones a comercializar con el resto del mundo
derogando los ROEs Rojo.
Que
la Argentina se encuentre con los peores resultados entre los países
líderes ganaderos en el mundo en los últimos 7 años parece ser un
problema menor que no llama la atención del gobierno. Tampoco lo es la
fuerte contracción de las exportaciones que llevó a desaparecer del
mercado mundial de carnes, a incumplir nuevamente con la cuota Hilton
por 8° año y la consecuente pérdida de divisas que no entraron a la
Argentina por un valor cercano a los 15 mil millones de dólares. Mucho menos parece importar en el relato los 30 mil productores que dejaron la ganadería.
El
cierre del frigorífico que lleva el nombre del ex presidente es solo
una muestra más de una década improductiva que se cierra con un candado
para no volver a abrir.