La soja arranca hoy el
nuevo año agrícola global,
que coincide con el inicio de la cosecha gruesa en los países del
hemisferio norte, en los valores más bajos de los últimos seis años y
tras atravesar en Chicago el
peor agosto desde 2008 en materia de cotizaciones como consecuencia de una oferta holgada y la
devaluación en China, que hace temer la futura demanda del
gigante asiático.
Los contratos
más activos en Chicago, noviembre 15, terminaron el mes con una leve suba, hasta
u$s 325,19 la tonelada.
Sin embargo, si se computa el mes, de punta a punta ese futuro
retrocedió casi 6% o 20 dólares la tonelada. Esa merma mensual no se
registraba desde septiembre de 2014.
Se trata de la mayor caída para un agosto, último mes de
año agrícola global, desde el octavo mes de 2008, cuando la posición noviembre de la
soja perdió 29 dólares por tonelada en ese lapso, al pasar de u$s 515,8 a
u$s 486,4 la tonelada. La diferencia central entre esa foto y la actual es que en 2008, la oleaginosa venía de
marcar el récord de todos los tiempos, u$s 607 la tonelada a principios de julio, y las
perspectivas de una supercosecha con buena demanda global, devolvían las cotizaciones a un nivel más que aceptable.
En el actual contexto,
no sólo la oleaginosa se ubica en valores que o registraba
desde septiembre de 2009, en plena crisis económica global, sino que la tendencia parece marcar que hay chances de que siga
buscando nuevos pisos.
En tanto, los agosto de 2009 y 2010 habían mostrado a la
soja noviembre en Chicago
con valores casi estables, mientras que el octavo mes de 2011, 2012 y
2013 habían significado subas de entre u$s 35 y u$s 70 la tonelada de
punta a punta para
ese mismo contrato.
Sólo el año pasado se registró una baja para este mes, pero
fue de u$s 6 la tonelada,
en medio de una perspectiva que hablaba de supercosechas tanto
norteamericana, como en Brasil y la Argentina, y que con el paso del año
agrícola
quedaron más que confirmadas.
Aunque ayer la soja mostró una leve recuperación, en el mercado creen que es
parte solo de la volatilidad y que se relacionó más que nada a un contagio de los commodities agrícolas al
comportamiento del petróleo, que cerró agosto con una fuerte recuperación de casi 8% interdiario o 25% en apenas tres ruedas.
Desde ahora la atención se centrará en el inicio de la
cosecha en Estados Unidos y los datos del próximo informe mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (
USDA),
que se difundirá el miércoles 9, y para el que se prevé habrá algunos
recortes en las previsiones de área sembrada, rendimiento y producción
final esperada de la soja estadounidense, algo que también los
operadores
aguardaban sucediera en agosto pero finalmente no pasó.
También durante la rueda de ayer, hubo señales positivas de demanda externa
dieron sostén a las cotizaciones, pero las preocupaciones por la economía china limitaron las ganancias.
Los derivados de la soja, en tanto, terminaron el
lunes con pequeñas bajas,
ante una menor demanda del consumo doméstico norteamericano, que
encuentra su explicación en una estrategia de los procesadores a la
espera de que los precios bajen aún más a medida que
avance la cosecha.